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Una caldera en el Palacio
El Ademar busca el apoyo masivo de su afición para dar otra campanada ante el Montpellier en una jornada de Ayuda al Club.
El Ademar tiene en su Palacio el mejor activo para superar este domingo (18.00 horas) el complicado cruce de la Liga de Campeones ante el Montpellier francés, declarado como Día de Ayuda al Club. El equipo necesita a su afición si quiere plantar cara a un conjunto que a pesar de llegar con las ausencias de dos de sus principales figuras, Nikola Karabatic y Erlend Mamelund, salpicados por el caso de las apuestas ilegales, tiene potencial de sobra para despertar del sueño de la Champions a los de Manolo Cadenas.
Los jugadores quieren que su feudo vuelva a ser el de las grandes citas para espolear a una plantilla que «disfruta» con una competición que a principio de temporada sonaba como algo ajeno, pero que, tras ganar al Montpellier y al Partizán, además de un empate con el poderoso Flensburg, aparece ahora como un reto al alcance de un equipo muy joven y con poca experiencia en este tipo de envites, más allá de la que sí tienen jugadores como Carlos Ruesga, Gonzalo Carou, Felipe Borges, Iñaki Malumbres o Iosu Goñi.
Columna vertebral de un bloque que debe hacerse fuerte desde la defensa para frenar a jugadores de la talla de Issam Tej, un pivote muy incómodo en ataque y poderoso en defensa. Completan el helenco galo el lateral francés Willem Accambray, el esloveno Vid Kavticnik, el extremo Michael Guigou, o el joven Arvin Berod.
Una derrota sería fatal para las aspiraciones del Ademar, que cerrará esta primera ronda de la Champions en casa ante el Partizán, el equipo más flojo del grupo. Por tanto, dos victorias pueden colocar, contra todo pronóstico, a los de Manolo Cadenas en la siguiente ronda de la competición continental, lo que se entendería como una nueva gesta de un equipo que lleva impreso en su ADN este tipo de hazañas.
Ruesga, tocado
Será vital, como siempre esta campaña, la participación del campeón del mundo Carlos Ruesga. El club lo tiene entre algodones. Sufrió un pequeño corte en el codo ante el Anaitasuna y además llegó tocado después del Mundial. El asturiano es la pieza clave del equipo leonés.