Derrota con la cabeza alta (71-80)

El Fundación Baloncesto León cosechó su quinto traspié consecutivo (71-80) aunque esta vez los de Miguel Ángel Estrada no tuvieron excesivamente lejos un resultado positivo frente a un Recinor Ferrol que tuvo que emplearse hasta el final para salir airoso del envite.

Con las ausencias de Moreira y Domínguez el Fundación intentó exprimir a sus jugadores más en forma para poner fin a una dinámica negativa que le ha llevado a la zona pantanosa de la clasificación. Y al menos con esa premisa planteó un choque en empezaba precisamente bien con el triple de Lufanga. Canasta a canasta la paridad en el marcador iba a extenderse durante los cinco minutos iniciales. El 8-8 iba a ser un punto de inflexión que aprovecharía mejor el Recinor para empezar a hacerse con el control del partido.

A pesar de que los leoneses dominaban en el rebote los gallegos demostraban mayor eficacia en sus acciones de la mano de Milan Jaros y Pazos en la batalla bajo aros y Dimaría desde el perímetro. La respuesta del Fundación en el lanzamiento exterior llegaba de Lufanga y Mezo mientras que en la pintura sólo Prosper encontraba algún resquicio para anotar.

La primera escaramuza se saldaba con un 21-25 que dejaba la espaldas en todo lo alto para los tres cuartos restantes. Los de Estrada, como ya ocurriera al inicio del choque, empezaban anotando para llevar el marcador a un igualado 25-29. Cada balón se peleaba como si fuera el último aunque a la hora de acertar ante el aro los locales apenas llegaban a un 40 por ciento de eficacia, todo lo contrario de un Ferrol que llegaba al 60 por ciento en las acciones de dos puntos.

Del 25-29 se pasaba en un visto y no visto al 25-34 que empezaba a pesar como una losa para el Fundación (36-46 al descanso).

El paso por vestuarios obró de revulsivo para el Fundación que, más eficaz en defensa, empezaba a minimizar los daños de los tiradores rivales. El tercer parcial era para los locales (19-17) que volvían a soñar con la victoria. Con diez minutos por delante sólo el cansancio físico obraba en su contra. Con garra los de Estrada superaban ese handicap situando con el triple de Lufanga el 67-73 en el electrónico a falta de dos minutos. Pero en ese tramo la gasolina no daba para más frente a un rival que no las tuvo todas consigo hasta el último segundo (71-80).