Cerrar

balonmano. la resaca de la champions

Parte de guerra en el Ademar

El esfuerzo ante el Veszprém deja secuelas en media plantilla. Carou estará 21 días de baja, Ruesga muestra signos de fatiga, Castro tiene el hombro y el codo dañados y Carrillo termina con la rodilla inflamada.

El canterano Juan Castro terminó con una bursitis en el codo y con un hombro tocado tras un lance del juego.

Publicado por
sergio c. anuncibay | león
León

Creado:

Actualizado:

El sacrificio de los ‘guerreros’ del Reale Ademar ante el Veszprém deja secuelas en media plantilla. Muchos jugadores terminaron tocados. El peor parado fue el capitán Gonzalo Carou, que estará de baja tres semanas por una luxación en la mano izquierda, producida en una acción defensiva ante los ‘gigantes’ húngaros. El argentino no podrá jugar ante el Cuenca mañana y se perderá también el partido de vuelta de la Liga de Campeones. Tampoco estará en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Sagunto, ni en Liga frente al Huesca, Granollers y Aragón.

Tendrá el dedo inmovilizado «durante dos semanas —después comenzará con la rehabilitación activa—», según explica el médico del club Enrique Fernández, que prefiere actuar con «la máxima prudencia» hasta que cicatrice la herida.

Carlos Ruesga está recuperado de la lesión de su codo derecho y se le retirarán los puntos, pero su condición física no es la mejor. Mostró signos de fatiga en el encuentro del domingo. Cadenas le dio descanso durante buena parte del partido.

El fisioterapeuta del Ademar, Emilio Martín, revela que el central asturiano «terminó agotado». Acumula demasiados minutos y, además, tiene «las defensas bajas porque está con un proceso griposo», apunta. El esfuerzo también pasó factura al canterano Juan Castro. Tiene mal el hombro. Recibió un fuerte golpe en un lance del juego y terminó por los suelos. El central leonés continuó sobre la pista a pesar del dolor. «También está tocado del codo derecho por un golpe en una caída. Presenta una bursitis», relata Emilio Martín, que no duda en calificar como «parte de guerra» el estado físico de la plantilla tras el tremendo esfuerzo realizado frente al Veszprém. Los leoneses perdieron (20-23), pero dieron una lección magistral de entrega ante uno de los mejores equipos de Europa.

José Marío Carrillo acabó con una «rodilla inflamada» por el esfuerzo. El joven extremo tiene ahora más responsabilidad en el equipo desde que no está Felipe Borges. Tuvo que pasar por el quirófano la temporada pasada para operarse del ligamento cruzado.

Vladimir Vranjes sufrió dos golpes en el cuádriceps. Y Goñi estuvo la semana pasada entre algodones. «Ante el Villa de Aranda se le subían los gemelos», subraya el fisioterapeuta.

Casi nadie se libra de las heridas de guerra tras el enfrentamiento de la Champions. Los leoneses plantaron cara al bloque magiar a pesar de la superioridad física de los húngaros. Se vaciaron sobre el parqué. Un Palacio abarrotado los despidió como héroes.

Pero ahora toca pasar página. El calendario no deja espacio para el descanso. La Liga vuelve mañana a León. El Ademar recibe al Cuenca (20.45 horas) con la tercera plaza en juego.