Poco premio para el Bembibre
El Bembibre dominó todas las facetas del juego pero no pudo saborear el triunfo.
El Atlético Bembibre dejó escapar la oportunidad de escapar tres puntos en un partido que dominó de principio a fin frente al Ávila (1-1) y en el que en la primera parte adolecieron las ocasiones de gol.
Si hubo dos que merecieron concretarse en gol. La primera la firmaba el plantel visitante que en el minuto 38 estrellaba un balón en el larguero por medio de Vicente. LA réplica la daban los rojiblancos con un cabezazo a la salida de córner de Roberto Puente que Pindado desvía con la punta de los dedos.
En la reanudación el Bembibre es el que más presencia tiene en el área visitante sucediéndose muy a menudo las ocasiones para desnivelar el tanteador. En una de ellas Marcos fue objeto de un claro penalti no sancionado en el minuto 57 y a partir de ahí los locales dominaron totalmente el pulso poniendo cerco al marco de Pindado. Cueto y Borja fallaron incomprensiblemente balones que sólo había que empujar. El gol parecía llegar en cualquier momento porque los aficionados estaban siendo testigos de las mejores jugadas del partido.
Así se llegaría al minuto 77 donde un balón largo desde la defensa llega a pies de Roberto Puente que se deshace de sus marcadores y tras driblar al portero marca un gran gol que es muy aplaudido por la grada.
Este tanto hacía justicia al buen juego y el esfuerzo de los locales. El Ávila estaba totalmente desaparecido pero se temía que cualquier contragolpe hiciera peligrar la victoria rojiblanca.
Después de otra oportunidad fallada por Cabral en el minuto 84 llegaba la jugada desgraciada para el equipo berciano. Un balón mal despejado y rechazado posteriormente llega a pies de Vicente que solo ante Ivanildo cruza igualando el marcador dándole un empate a un Ávila que no había merecido ni tan siquiera ese premio pero el fútbol es así de ingrato ya que el Bembibre había luchado por la victoria, tenido más oportunidades incluso para haber goleado a su rival dejando a los locales con la miel en los labios sabedores del esfuerzo realizado para superar al Real Ávila.