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La Deportiva vive un sueño

Un gol de Alán Baró tumba al Sporting y mantiene al cuadro de Claudio a tres puntos de la zona de play off a Primera.

Alán Baró celebra con sus compañeros la consecución del gol que a la postre sería definitivo para otorgar a la Deportiva un nuevo triunfo y mantener vivas las ilusiones de jugar el play off de ascenso a Primera División.

Publicado por
francisco r. otero | ponferrada
Ponferrada

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El suelo, que no es un suelo, sino una realidad, continúa vivo. La Deportiva ganó al Real Sporting en el duelo de aspirantes a pelearle a la UD Las Palmas o quizás a alguno de los demás equipos que están por encima una de las plazas de play off de ascenso a Primera División. El equipo berciano salió victorioso de un igualado duelo ante el cuadro gijonés, que se mostró demasiado timorato y que creó muy pocas ocasiones de gol como para haber conseguido algún rédito en su visita a El Toralín. El 1-0 final hace justicia a lo visto.

Fue un partido de más emoción que de fútbol y los que vaticinaban goles por el juego ofensivo de ambas escuadras, se equivocaron. No hubo muchas ocasiones. La más clara del duelo la tuvo el cuadro visitante, pero no la convirtió. Eso sí, casi fue la única.

Claudio no presentó sorpresas en el once inicial, más allá de colocar a la derecha a Saúl y a la izquierda a Acorán en las bandas del centro del campo (4-4-2). Sandoval se decantó por un 4-2-3-1. Finalmente el lateral izquierdo no fue para Canella, que arrastraba molestias, sino para Borja. El ex blanquiazul Mandi Sosa no tuvo minutos.

El choque comenzó con nervios, imprecisiones, pérdidas y parones. El equipo gijonés tenía más la pelota, aunque sin crear excesivo peligro. Con el paso de los minutos la Ponferradina le fue cogiendo el pulso al partido, sobre todo con las incursiones de Saúl y Carpio por banda derecha.

La primera ocasión que apuntar como peligrosa fue una llegada de Nano por la izquierda, centro raso, Jonathan Ruiz la pone de cara y Acorán, que había iniciado la jugada, envía muy alto. Respondió el rival con un contragolpe que apunto estuvo de significar el 0-1. El remate de Bilic en el primer palo se perdió rozando el poste, aunque el efecto óptico engañó a la masa sportinguista y algunos cantaron gol.

En la recta final la Deportiva gozaría de su mejor ocasión. Fue un centro de Saúl en una falta que cabeceó Yuri, muy vigilado durante el tiempo que estuvo en el terreno de juego, y al que respondió Pichu Cuéllar con una sensacional estirada. Poco más dio de sí el primer acto.

Empezó la escuadra visitante con muchos bríos la segunda mitad. Sólo iban 15 segundos cuando Bilic lograba zafarse del marcaje espléndido de Samuel para rematar cruzado lejos de Santamaría. El gol era inminente, pero el poste lo frenó.

Tras el susto la Deportiva no se echó atrás y volvió a tomar la manija. El gran esfuerzo en la presión desde arriba, personalizado en Mayordomo y su generoso desgaste, provocaron las rápidas recuperaciones y los errores del rival. Jonathan Ruiz provocaba aplausos por sus robos y su acaparamiento del campo. Y así la Deportiva pasó a dominar y tener algunas ocasiones en las botas de un incombustible Nano, muy activo en ataque, o de Mayordomo.

Cuando Sandoval pretendía meter más dinamita en el campo con la inclusión de David Rodríguez, vino el gol. Jugada previa bien trenzada en la que un defensa se cruza in extremis cuando Acorán va a realizar un tiro franco desde dentro del área. El córner que se originó lo casó Saúl en corto para el tinerfeño, éste amagó que iba a por el balón y la finta «se la comieron» los dos jugadores que salieron a por él, por lo que se vio sin marca, en la línea de fondo y muy cerca del poste. Acorán puso el balón en el primer palo y Alán Baró se adelantó a todo el mundo para poner El Toralín patas arriba.

La Deportiva pasó al 4-1-4-1 y el cuadro gijonés, al 4-4-2. Pero ni con David Rodríguez ni con Carmona ni con la inclusión de otro mediocentro creó peligro sobre el marco rival. Pero la tensión e incertidumbre no abandonaron al público local hasta el pitido final.

La Deportiva trató de matar a su rival al contraataque y casi lo consigue. Acorán se vio con un balón en el área tras una buena combinación del equipo y se la dejó a Jonathan Ruiz, muy solo en el segundo palo ante Cuéllar. El astigitano cruzó en exceso lo que parecía un gol seguro. Pero ya no pasaría nada más.

El sábado a las 21.00 horas en Huesca, siguiente capítulo ante un rival muy necesitado tras perder ayer en Guadalajara.

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