«Nunca he pensado en una lista; Juanín es de los mejores jugadores de la historia»

Manolo Cadenas podría cerrar esta misma semana el acuerdo con la Federación para convertirse en el nuevo seleccionador nacional. Su predisposición es máxima. La misma ha exhibido el nuevo presidente Francisco Blázquez, que ve en el técnico de Valdevimbre a la persona idónea para coger las riendas del combinado español. El entrenador del Ademar no esconde la «ilusión» que le genera este proyecto. El Wisla Plock, su próximo club, «no pondría ningún problema» para que concilie ambos cargos. La llegada de Cadenas al banquillo nacional podría ser inminente.

—¿Cómo afronta la posibilidad, más que certera, de convertirse en el próximo seleccionador?

—Con mucha ilusión, por supuesto. Mi deseo siempre es estar en activo y ahora estoy en el mejor club posible, el Ademar, pero, tal y como están las cosas, tener en este momento la posibilidad de ser seleccionador es algo muy ilusionante, aunque aún debe cerrarse el acuerdo.

—¿Le ha llamado ya Francisco Blázquez?

—Todavía no he hablado con él, pero tendremos tiempo de hacerlo a lo largo de esta semana.

—Y su próximo club, el Wisla Plock, ¿pondría algún problema?

—No habría ningún problema para compatibilizarlo. Ya habíamos hablado de esa posibilidad.

—Sonó como seleccionador en distintos momentos, pero no llegó a cuajar. ¿Tenía una espina clavada?

—No exactamente. Es cierto que, siempre, te gustaría estar en muchos sitios, pero yo, ahora mismo, estoy donde quiero. Mis aspiraciones se colman con el balonmano. Lo que llevo mal es estar inactivo, como aquel año en el que no tuve ninguna oferta y no pude entrenar. Pertenecer a un equipo es lo más importante. Estar en la selección y tener la oportunidad de jugar campeonatos de Europa, del mundo o, incluso, unos Juegos Olímpicos, sería algo muy bonito, pero vamos a esperar a ver qué sucede en las próximas conversaciones.

—No son pocos los retos que debe superar el balonmano español, golpeado por la crisis.

—La gente del balonmano tenemos que ayudar lo máximo posible para que nuestro deporte vuelva a impulsarse de nuevo, sobre todo, para revertir los problemas que vivimos diariamente. La Liga Asobal pierde activos y los clubes están en una situación muy complicada por las deudas que arrastran. Tiene que haber un nuevo plan y un nuevo enfoque para el balonmano español.

—La mayoría de internacionales juega en la diáspora. ¿Eso complica las cosas?

—De momento eso no afecta a la selección porque la mayoría de estos jugadores está en grandes equipos. Muchos se han tenido que ir al extranjero, por esos problemas de los que hablábamos, y, es verdad, que eso no facilita las cosas por el tema de los viajes, pero la situación es la que es y, si me toca estar al mando, veremos haber cómo podemos hacerlo.

—No será fácil superar los éxitos de este equipo.

—No siempre se puede subir el listón. Lo que sí hay que hacer, siempre, en cualquier proyecto, es dar lo máximo, esforzarse y trabajar con la máxima ilusión. Por eso nunca va a quedar, es lo que nos piden a todos cuando empezamos. Si me toca afrontar esta nueva andadura, al frente de la selección española, voy a dar lo mejor de mí. Es mejor entrenar a un gran equipo, que ha sido campeón del mundo, que a uno que no ha ganado nada.

—Muchos internacionales han pasado por sus equipos y, los que no, han sido rivales. ¿Esta situación ayuda?

—Hay muchos entrenadores que conocen a todos los jugadores porque en España hay mucha calidad y todos los técnicos seguimos a los jugadores de alto nivel.

—Si Manolo Cadenas es el próximo seleccionador, ¿Juanín García volverá al equipo?

—Cuando sea seleccionador ya lo pensaré; nuca he pensado en una lista ni he hecho una posible selección. Vamos a ver como evolucionan las cosas. Antes de que suceda no quiero pensar en nada. Juanín es de los mejores jugadores, por supuesto, de la historia del balonmano español y si yo soy seleccionador ya tendré tiempo de abundar en esta y otras cuestiones.

—¿Cómo van las negociaciones con el Wisla Plock?

—Está todo el asunto muy enfocado. Ahora todas las cosas se juntan, pero está a punto de concretarse.

—La selección, un nuevo club y, de fondo, su marcha del Ademar por los problemas económicos que afectan a la entidad marista. Tendrá sentimientos enconados.

—Decidí venir aquí para ayudar, con el propósito de que el club siguiera hacia delante porque estaba en una situación difícil. Me hubiese gustado tener más recorrido, más tiempo para trabajar, pero las circunstancias son las que son. He tomado la decisión de irme. Solo espero que el Ademar siga adelante. Todos los que queremos a este club, y todos los aficionados que simpatizan con él, tienen que ayudar para que esto tenga futuro.