Wellington permite soñar (1-1)

La Ponferradina logró sumar un valioso punto fuera del El Toralín al empatar ante la SD Huesca en el Nuevo Alcoraz (1-1) en un partido dominado territorialmente por los locales, que se avanzaron además al filo del descanso con un gol a pelota parada de Borja. En la segunda la Ponferradina no encontró huecos hasta que el local Camacho vio la segunda amarilla, entonces llegó su oportunidad y Wellington Silva puso la calidad con un golazo a la escuadra a falta de un minuto para la conclusión.

El choque comenzó con dominio de los locales. El Huesca salió más fuerte y concentrado en el inicio y eso le sirvió para hacerse con el control de la zona ancha del terreno de juego sin apenas encontrar batalla. La Ponferradina trató de desplegar su sistema táctico y especialmente en lo respectivo a su zona defensiva (Iván Moreno actuaba de falso nueve), sabedor de que cometer un error podría costar un gol tempranero que pondría el resultado cuesta arriba.

La primera aproximación reseñable fue oscense, pero el pase de Camacho no le legó a un bien desmarcado Tariq. Jugador que precisamente un minuto más tarde probaría fortuna con un disparo lejano sin problemas para el guardameta visitante. No acababa de sentirse cómoda en el campo la Ponferradina, pues le costaba muchísimo pisar campo rival y además se veía siempre con la marcha atrás ante las intentonas locales.

En el diez Carpio despejaba no sin apuros un peligroso centro con marchamo de gol, y dos más tarde el portero Santamaría realizaba una gran parada a un balón envenenado por su propio compañero Samuel tras una falta de los locales. Hasta bien pasado el primer cuarto de hora dominaría el Huesca, con Pacheco y Núñez muy incisivos.

La primera aproximación visitante llegó en el dieciocho con un centro de Iván Moreno que detuvo el portero antes de males mayores. A partir de entonces todo se igualó más. La batalla en el centro del campo por el control de la pelota se acrecentó y resultó tan infructuosa como cruenta, ninguno de los dos dominaba el cuero y el ritmo del partido lo marcaban más las interrupciones del juego que las respectivas líneas de creaciones.

El Huesca abusaba ya del balón en largo y la Ponferradina las ganaba todas por alto. En el tramo final de la primera el Huesca volvió a la carga con todo lo que tenía y eso sirvió para encerrar a la Ponferradina, que con todo no pasaba serios apuros. Sin embargo, a tres para el descanso todo cambió a balón parado. Falta local que controla Tariq en buena posición y tras revolverse en el área suelta un buen disparo que Carpio consigue sacar bajo palos, pero el rechace lo recoge Borja y lo mete dentro de la red. El Huesca se adelantaba justo antes del descanso con uno de los denominados goles psicológicos.

A la vuelta de los vestuarios el encuentro estuvo más movido. La Ponferradina salió con más ambición en la segunda y dio dos pasos bien visibles hacia adelante, pero el Huesca no cedía y tuvo una muy buena a los tres minutos. Pacheco recorrió casi todo el carril izquierdo hasta provocar el saque de esquina, el córner que se bota y David López la estrella en el lateral de la red.

El míster visitante no lo veía claro y sacó a Yuri por Saúl, y el recién entrado no llegó por poco a un buen pase de gol instantes después. Pero seguía siendo el Huesca el que dominaba territorialmente en el Nuevo Alcoraz. Al cambio visitante el míster local respondió sacando a la hora de juego al goleador Borja por un centrocampista de corte defensivo como Sorribas. Ambos entrenadores veían el choque muy igualado, todo podía decidirse por un pequeño detalle. El duelo táctico estaba servido.

El encuentro entró en fase muerta. La Ponferradina era incapaz de generar acciones verticales pues no tenía fluidez en el pase. La pelota le duraba poco y el Huesca lo tenía más sencillo.

El detalle que cambió el panorama y el resultado partido fue la segunda tarjeta amarilla del local Camacho. D´Alessandro lo intentó tapar inmediatamente con su último cambio, pero para entonces la Ponferradina ya había visto la grieta. Wellington y Mateo consiguieron una buena combinación al poco que fue abortada in extremis por la zaga local. El Huesca defendía ordenado, pero a uno para la conclusión la pelota llega a la semiluna del área y desde allí Wellington engancha un disparo imparable a la escuadra de Luis García para dejar a la Deportiva viva en su sueño de jugar el playoff.