tercera división
Ortiz da aire a la Cultural (4-1)
El equipo leonés aprovecha los goles de su delantero para sacar adelante un pobre encuentro ante el Almazán.
Ortiz es un lujo para la Cultural. Tiene casta, raza y orgullo. Nunca vuelve la cara. Se la parte siempre ante el rival y a veces frente a sus propios compañeros. Tiene las cualidades típicas de un ganador nato. Se transforma sobre el terreno de juego con miradas y acciones que pueden gustar o no a la grada, pero corresponden a la del jugador rebelde que se opone siempre a la derrota. Respetado y odiado al cincuenta por ciento, pero decisivo para el equipo de Cembranos al cien por cien. Ayer, en un partido complicado, volvió a ser el salvador de la Cultural con sus dos goles y su rabia incontenida sobre el césped (4-1).
El encuentro comenzó con una Cultural que siguió el guión que en un principio imponía el partido a la perfección. Dominó la posesión del balón y con ello el encuentro. Adquirió la batuta en la medular con aperturas hacia ambas bandas que muy pronto situó el primer gol en el marcador, obra de Álvaro Valdés.
A partir del tanto inicial, sucedió lo que viene acaeciendo con demasiada asiduidad últimamente en el Reino de León: la Cultural se fue del partido. Incompresible, cuando los dirigidos por Luis Cembranos saben que necesitan hacer goles para superar de forma definitiva a la Arandina en el golaverage general en caso de llegar igualados a puntos al final del campeonato de Liga regular.
Y más inconcebible aún, si se tiene en cuenta que el capitán Santi Santos se fue como un rayo a por el balón nada más que marcó Valdés para situarlo en el punto del centro del campo para ganar segundos al crono.
Varios integrantes del equipo desaparecieron. El centro del campo hizo aguas y cedió el dominio del balón a un Almazán que no hizo ascos a la extraña postura adoptada por el equipo blanco. La afición se frotaba los ojos. No daba crédito a lo que veía. A continuación, silbidos y más silbidos, dirigidos hacia su propio equipo, que ni siquiera así reaccionó. Con más sonido de viento se fueron los futbolistas a los vestuarios.
La segunda parte comenzó sin variación en el juego de la Cultural, que volvió a dar el balón al cuadro soriano. Ya en la primera mitad, Calzado se había convertido en el salvador con tres intervenciones soberbias, pero en el minuto 53 de partido ya no pudo hacer nada ante la descoordinación defensiva local entre Bardal y Obispo, que provocó que Martín lo tuviera muy fácil para batir al meta leonés.
El empate provocó un gesto de ira en el de siempre, Juan Carlos Ortiz. El cordobés no esperó ni un solo minuto para sacar el diente y asestar la dentellada precisa para poner por delante de nuevo a su equipo.
El goleador culturalista no se conformó. A continuación, con su raza peculiar sobre el césped, dejó sentados a los dos centrales del bloque soriano, engañó al portero Eduard y sentenció al Almazán. Victoria y goles para aumentar la diferencia sobre la Arandina, que sufrió para ganar (2-1). Gonzalo cerró con el cuarto.