Un punto que sabe a más (0-0)

Mirandés y Ponferradina empataron sin goles en Anduva después de noventa minutos de juego igualado, con mucha pelea y muy físico en el que ninguno de los dos supo imponer su fútbol al rival. El partido fue vistoso y con bastantes ocasiones en las áreas, los locales apostaron más por la victoria pero fueron los visitantes quienes dieron más miedo en sus ataques.

La primera parte se jugó a un ritmo de juego muy alto por parte de ambos aunque con el Mirandés tratando siempre de mandar más que su rival. Los dos utilizaron similares argumentos para jugar al fútbol: juego directo sin apenas elaboración en la zona ancha y mucho desgaste y soliraridad en defensa para tapar las embestidas. La pelota rodó poco por el césped y voló mucho, pero cabe reseñar que hubo constantes llegadas a las áreas, algunas bastante claras pero siempre a trompicones.

Antes de cumplirse el primer minuto de juego el Mirandés ya había goado de una doble ocasión, primero de Pablo Infante y finalizada con un disparo de Martínez que salió rozando el travesaño de Santamaría. La respuesta de la Ponferradina llegó en el seis con una buena jugada colectiva con centro final de Saúl al que Yuri no llegó por la rápida salida del guardameta Goitia, al que sí llegó a tocar. Poco más tarde, en el minuto nueve Isaías controlaba una buena pelota en la frontal y soltaba un disparo con el exterior que cogió demasiada curvatura y se salió del marco. La respuesta local llegó por parte de Iribas, que probaba fortuna con un disparo lejano raso y colocado que no sorprendió al portero rival por muy poco.

Pasada la media hora el partido se estabilizó, hasta que los locales tocaron a rebato en los últimos cinco minutos. En el minuto cuarenta y cinco se vio la mejor ocasión de la primera, en una falta lateral botada por Iribas al punto de penalti, la defensa rechaza y Pablo Infante la controla con el pecho y suelta un buen disparo con la zurda raso y potente al que responde Santamaría con una excelente estirada.

La segunda parte comenzó como la primera, con una excelente oportunidad local tras un remate de cabeza de Alain al que Santamaria respondió con una gran parada mandando la pelota a córner. Sin embargo, la Ponferradina no se amilanó.

Es más, durante los siguientes minutos de juego los visitantes elaborarían su mejor fútbol, enlazando varios pases seguidos y consiguiendo por primera vez en el encuentro bajar la pelota y jugarla de manera más ortodoxa. Poco antes de la hora de juego Isaías la empalmaba en la frontal y la pelota impactaba violentamente en un adversario.

Pasada la hora de juego todo volvió a igualarse, coincidió con una triple ocasión de Pablo Infante en apenas dos minutos, en la primera y tercera se topó con Santamaria, que fue el mejor de los suyos, y en la segunda Samuel desvió a la esquina. El partido se ponía bonito, dos equipos incómodos que apretaban pero a los que les cuesta hacer gol, eso significaba que cualquier despiste, cualquier genialidad, podía dar los tres puntos. Un nuevo disparo desde fuera del área de Pablo Infante acabó de meter el miedo en el cuerpo a los visitantes, que comenzaron a sufrir en Miranda de Ebro.

Los locales comenzaron su asedio al área rival y lo consiguieron por las bravas. La Ponferradina se vio agobiad, pero eso también significaba más huecos en ataque para los bercianos y Saúl en el setenta y ocho provocó la primera contra reseñable tras un error de Martínez en la zona de creación. La segunda llegó al poco con la carrera de Mayor, a la que Yuri no supo dar continuidad.

Faltando dos para los noventa el local Iribas lo inteaba con un disparo lejano con la zurda que atajó Santamaria sin problemas. Fue la última. La Deportiva sigue sin conocer la victoria en Anduva, pero el playoff sigue a tiro.