Ritmo leonés para España

España pujará en la Copa del Mundo de Minsk con dos bazas leonesas: Carolina Rodríguez y Andrea Pozo. Por primera vez en la historia de la selección coincidirán en el mismo equipo y en competición individual dos representantes del mismo origen geográfico, una la mejor gimnasta española que después de seis meses de recuperación tras operarse de un tobillo regresa a la élite.

Otra, un diamante que ya ha demostrado en las categorías inferiores de lo que es capaz y que apunta en un futuro a suceder a su amiga e ídolo. Las dos comparten también a la misma entrenadora, Ruth Fernández, cuyo trabajo ha posibilitado que España compita a ritmo leonés en la localidad bielorrusa cuyo cartel incluye, salvo contadas excepciones, a las mejores representantes mundiales de este deporte.

Su viaje se inicia precisamente hoy con destino a Minsk donde el sábado tanto Carolina como Andrea pondrán sobre el tapiz su mejor versión. Amigas y compañeras de entrenamiento el reto de ambas en la Copa del Mundo será diferente. Para Carolina todo pasa por demostrar que con sus nuevos ejercicios no sólo es capaz de mantenerse entre la élite, también de optar a peldaños mejores. Andrea, con 17 años, buscará adquirir experiencia internacional y consolidarse entre las mejores. Por juventud y calidad Andrea tiene un horizonte brillante por recorrer. Esta vez el bautizo en la categoría sénior lo tendrá al lado de su ídolo Carolina. Hace dos años ya compartieron presencia en una cita internacional aunque por aquel entonces en el Europeo de Bremen la primera lo hacía ante la élite en la categoría individual mientras que la benjamina hoy de la selección formaba parte del conjunto júnior.

Para la primera la puesta en escena ante la flor y nata internacional no es nada novedoso. Carolina, cuya última presencia data de los Juegos Olímpicos de Londres, aprovechará la ocasión para mostrar las nuevas composiciones que ya le reportaron las alabanzas de las jueces en la reciente Copa de la Reina. Eso sí, en el mano a mano ante sus rivales tendrá el hándicap de que apenas lleva un par de meses de entrenamiento. Y tal vez el argumento a favor de la frescura y plasticidad de su repertorio en cinta, pelota, aro y mazas.

Andrea, que apenas dos semanas repetirá defendiendo los intereses españoles en el Europeo de Viena (en esta ocasión ejercerá como suplente), viaja a Bielorrusia sabedora de que aún debe recorrer cierto camino para poder hacer frente a los pesos pesados de la gimnasia rítmica mundial. Pero también tiene presente que no hay nada mejor que competir ante las más grandes puede hacerle crecer a nivel deportivo.

Una, Carolina, y otra, Andrea, intentarán dejar alto el pabellón leonés, un sello que desde hace casi una década domina el panorama nacional y se ha hecho hueco también en los puestos notables a nivel mundial.