Una caldera para el Naturhouse

El partido del próximo sábado en el Palacio Municipal de Deportes no es un encuentro más. Hay mucho en juego. El Reale Ademar tiene a tiro la próxima edición de la Champions. Y eso que la temporada actual ha sido todo un calvario. Pero los de Manolo Cadenas han llegado a la última jornada con el objetivo deportivo intacto. Enfrente estará un Naturhouse (18.00 horas) que también oposita a la Liga de Campeones. Los riojanos son terceros después de tumbar al Barcelona el pasado fin de semana.

Quien gane estará en el bombo. El empate perjudica al Ademar, que intentará convertir su feudo en una olla a presión para decantar de su lado la balanza.

La junta gestora del club ha puesto en marcha la iniciativa ‘Día del Amigo’, con la que pretenden llevar al Palacio a 5.000 leoneses. «Todos los socios podrán adquirir, previa presentación de su carné, una entrada de fondo por 5 euros», anuncian desde la entidad marista.

Los precios fijados por el Ademar para los no abonados van desde los 15 euros que cuestan las entradas de fondo, hasta los 25 de la Tribuna y Preferencia. En la grada numerada valen 18 y en las esquinas, 20.

El club confía en la respuesta de la afición, algo que parece cantado después del apoyo que ha brindado al equipo durante todo el año. Los problemas económicos que asfixian al Ademar, con los jugadores como principales damnificados, han reforzado la comunión entre la plantilla y la grada.

Además, el partido del sábado tiene otro tipo de connotaciones que van más allá de lo estrictamente deportivo. Varios jugadores harán las maletas en junio. Y Manolo Cadenas, el buque insignia de este equipo, también saldrá del club leonés la próxima temporada. Entrenará al Wisla Plock y a la selección española. Ante esto, el encuentro del sábado frente al Naturhouse pondrá el punto y final a una de las temporadas más convulsas. Los jugadores llevan ya varios meses sin cobrar y aún se espera por el convenio de acreedores para que el Ademar salga del concurso. Todavía no se sabe cuál va a ser la plantilla de la próxima temporada, pero, mientras se solucionan estos problemas en los despachos, los jugadores maristas quieren dejar al equipo en lo más alto.