Diario de León

PRIMERA DIVISIÓN. DIVORCIO ENTRE EL MADRID Y MOU

El devorador devorado

El entrenador más poderoso también sucumbió ante la presión de un club tan exigente como el Madrid. Los excesos de Mourinho tuvieron un efecto bumerán.

Clos Gómez expulsa a José Mourinho en la final de Copa del Santiago Bernabéu.

Clos Gómez expulsa a José Mourinho en la final de Copa del Santiago Bernabéu.

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MANUEL CASTILLA | MADRID
León

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José Mourinho se separará del Real Madrid después de tres años de difícil convivencia sin signos de arraigo y cariño, devorado por el club con mayor presión del mundo. Llegó con un poder absoluto para decidir altas y bajas, arremeter contra cualquier obstáculo y pedir incluso la cabeza de Jorge Valdano, brazo derecho del presidente, pero sus diatribas tuvieron un efecto bumerán. Los resultados, las altísimas exigencias de la ‘casa blanca’, sus broncas, vivir un entorno hostil y sentir al final el rechazo frontal de una plantilla de jugadores que no aceptaron sus faltas de respeto, derrotaron a ‘The Special One’. ‘Mou’ se desmarcó de la línea de elegancia y señorío que intenta transmitir el Madrid, cuya imagen deterioró. Sus enfrentamientos con Iker Casillas, capitán y emblema del club, y con Pepe, meses atrás su primer soldado, simbolizan su método.

Han sido constantes los desplantes de un técnico capaz de ausentarse de la ceremonia del ‘Balón de Oro’ para ir a ver un entrenamiento de su hijo con el Canillas, un equipo de barrio. En la final de Copa ante el Atlético, faltó a la Corona al negarse a subir al palco para recoger los premios al subcampeón.

Algunos directivos pidieron entonces a Florentino Pérez la destitución inmediata del técnico. No podía con el mejor Barça y buscaba excusas. «Algunos eligen a qué hora juegan, a mí no me engañan», espetó contra la Federación. Denunció un supuesto trato de favor de la Uefa a los azulgrana. «No sé si será la publicidad de Unicef, si Villar se lleva bien con Platini.¿Por qué, por qué, por qué?»

Focalizó sus ataques en los árbitros. Aireó una lista con «trece errores graves» en un duelo ante el Sevilla pitado por Clos Gómez, el juez que dirigió la última final de Copa. Al andaluz Paradas Romero le «mandó a la mierda» y a Teixeira Vitienes le esperó en el aparcamiento del Camp Nou tras un clásico.

José Alberto Toril y la cantera también fueron desprestigiados. Mourinho no quería que el técnico del Castilla se hiciera cargo del filial y solo criticaba su labor. «Él debe decidir si su prioridad es formar jugadores para el primer equipo o lograr un buen resultado en Segunda», ironizó.

Y le prohibió asistir a sus entrenamientos. Sus jugadores también fueron el blanco de su ira. El primero, Pedro León: «No es ni Zidane ni Maradona», zanjó el técnico para justificar su suplencia. Reprochó a Iker Casillas y a Cristiano Ronaldo que se creyesen por encima del club. Culpó al crack de Madeira de los malos resultados al inicio de su tercera temporada por estar «triste», insistió en que Casillas es «peor que Diego López en las salidas y en el juego con el pie», y apartó a Pepe por defender a su capitán. Deja tierra quemada.

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