El presidente que vendió chatarra para salvar a la Cultural de la desaparición

León despide hoy a las 16.30 horas en la iglesia Nuestra Madre del Buen Consejo de los Padres Agustinos (Gran Vía de San Marcos) a Luis Fernández Rabanal, un hombre que se entregó en cuerpo y alma al club de sus amores, la Cultural y Deportiva Leonesa. Presidente en dos periodos, en los años 60 y 80, su nombre sigue siendo calificado por los aficionados culturalistas como el mejor mandatario de la historia del club. Si la Cultural sigue viva se debe a Luis Fernández Rabanal, que falleció en la madrugada del jueves al viernes a los 77 años de edad.

Con la llegada de Luis Fernández Rabanal a la presidencia en los años sesenta (1965-70), vuelve a la Cultural una etapa de calma y de resultados. El club antes de su llegada atravesaba por una de sus peores crisis. Su labor fue encomiable en el saneamiento económico, primero, y después en el progreso deportivo.

Uno de los hechos más relevantes de la dirección de Luis Fernández Rabanal, junto a su hermano Andrés, fue que durante su mandato la Cultural ofreció las cifras de sus balances de gestión y la sociedad leonesa comenzó a conocer el estado del club.

El club logró rebajar sus deudas principales con la Federación y Hacienda, y presentar su primer balance con superávit.

Después seguirían más fichajes al detalle, rigor en los gastos del club, prudencia en las inversiones y diferentes acciones que permitieron al club sanear su situación económica y recuperar el apoyo social.

Dentro de su política de acercamiento a la sociedad, aún se recuerda la denominada ‘Operación Chatarra’. La innovadora campaña logró sensibilizar a la sociedad leones. En las oficinas de la Cultural comenzaron a recibirse acciones de apoyo de diferentes puntos de la provincia. Se recogía chatarra por León y la provincia para venderla y sacar fondos para la Cultural. Esa fue su primera etapa en la Cultural

La segunda fase de su mandato en la Cultural comienza en los años ochenta, cuando el club vive malos momentos. Luis Fernández Rabanal, de nuevo con su hermano Andrés, vuelve con el fin de sanear la situación económica que acosa a la Cultural. Su nuevo mandato durará de 1983 a 1987. Logran un importante saneamiento que permite a la Cultural retornar a la senda de la viabilidad deportiva y también económica.

Luis Fernández Rabanal vuelve a tomar medidas populares. Pone en marcha la apuesta por futbolistas profesionales que cumplen el servicio militar en el Ferral del Bernesga. El ejemplo más conocido es el del jugador de las Palmas Narciso, que decidió finalmente asentarse en León.