CAMINO AL ASCENSO. EL AMBIENTE
El play off sí engancha al culturalismo
La Cultural mantiene viva la llama que prendió en su afición cuando el equipo pujaba por llegar a cotas más altas. La frustración después de un carrusel de tropiezos, que coincidía con una gestión nefasta en la cúpula del club —Profutle—, vacío las gradas de un Reino que padeció durante varias temporadas la indolencia de una parroquia desconectada con la realidad de su equipo. Aguantaban algo más de mil incondicionales, los de siempre, ajenos a esa pérdida de identidad y convencidos de que la Cultural podía recuperar su lugar después del traumático descenso al pozo de la Tercera, consumado en los despachos. Había que empezar de cero, restablecer la credibilidad y devolver a la ciudad las tardes de fútbol que tanto interés concitaban. El play off ha rescatado una ilusión que invernaba hasta ese deshielo de sentimientos que han encontrado el punto de ebullición en una fase de ascenso no apta para cardíacos. El Reino presentó ayer la mejor entrada del año, con un fondo sur en el que había pocos huecos. La Tribuna estaba completa, como el palco de autoridades —algo habitual por estas fechas—. La grada empujó hasta la extenuación, vibró con cada tangana y gritó el ya tradicional !Que sí, joder, que vamos a ascender!. Magín hizo su paseíllo con el traje de luces. Todos arrimaron el hombro. Y mantuvieron la misma tensión que los jugadores. Una ovación despidió a la plantilla. Ya son legión los que creen en este equipo. El espectáculo debe continuar. El Reino se resigna a apagar los focos.