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El convenio da vía libre a Tano

El Juzgado aprueba la propuesta del Ademar, que sale del concurso de acreedores.

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sergio c. anuncibay | león
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El futuro del Ademar ya no pinta tan negro como aquel 7 de marzo, cuando se dictó el concurso de acreedores, un proceso que ayer quedó resuelto con la sentencia que da luz verde al convenio propuesto por la entidad marista. El Juzgado comunicó este jueves a la directiva la «buena nueva», calificativo que utilizó Jesús López —presidente de la junta gestora hasta ayer— para contextualizar un auto que significa el último paso del concurso, y lo que es más importante, el traspaso de poderes a Tano Franco, que ya puede ejecutar cualquier decisión, ya sea de índole económica o deportiva, sin tener que pasar por el filtro del administrador.

«Con esta sentencia, el club queda fuera del concurso y podrá actuar como una entidad no intervenida», señaló Suso López, quien recordó que este fallo permitirá al Ademar cobrar las subvenciones pendientes del Ayuntamiento y la Diputación, previo acuerdo con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.

«Ya hemos tenido conversaciones con ambos organismos y hoy —por ayer— les hemos mandado los borradores para ese aplazamiento», subrayó Suso. A partir de ahí, el club contará con los certificados preceptivos para cobrar las ayudas públicas que estaban comprometidas, cifradas en el entorno de los 200.000 euros, a los que habría que añadir 234.000 más con cargo al plan de pago a proveedores.

Suso reconoció, después de completar el traspaso de poderes, que su etapa al frente de la junta gestora no «ha sido fácil» e, incluso, reveló que en alguna fase del proceso tuvo dudas respecto al futuro marista. Pero ahora, con Tano Franco en la presidencia y, sobre todo, con la sentencia de ayer, está convencido de la viabilidad del Ademar, porque —matizó— «tiene a muchísima gente detrás». No obstante, reconoció que no serán tiempos fáciles para los nuevos gestores, obligados a confeccionar un presupuesto a la baja para cumplir con ese convenio. La propuesta de la entidad marista recoge diversas modalidades de pago, con tiempos de espera para los acreedores de entre 3 y 5 años, con hasta un 40% de quita.

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