Roberto Aláiz lucha por el podio pero no puede con el dominio africano

Roberto Aláiz no pudo hacerse un sitio en el podio de los 3.000 metros obstáculos. El discípulo de José enrique Villacorta, que viajaba a Mersin con la idea de poder matar dos pájaros de un tiro (medalla y lograr la mínima para el Mundial de Moscú), no podía con el dominio africano en una prueba que desde el inicio contó con un ritmo endiablado al que Aláiz pudo resistir en el tramo inicial pero que al final le descolgaba del grupito de candidatos a la gloria.

Roberto sabía que una prueba excesivamente veloz no le convenía pero su táctica se topaba con la de dos gallos como el tunecino Amor Ben Yahia y el marroquí Hamid Ezzine. Los dos se encargaron de acelerar el pelotón del que se fueron cayendo unidades de forma prematura. Roberto aguantó los mil primeros metros e incluso alguna vuelta más. Pero el calor tampoco benefició al leonés que veía como Ben Yahioa, Akdag, Ezzine, Touil y Chemlal, los cinco norteafricanos, ponían tierra de por medio.

Ni el italiano Nasti ni el argelino Bouchicha lograron resistir el ritmo de paso de los primeros.

A falta de poco más de dos vueltas Aláiz ya estaba descartado para las preseas aunque su fuerza de voluntad le llevó a luchar hasta el final por mejorar algún puesto. Su punta de velocidad y calidad, a pesar de su juventud, le permitían al menos saborear la octava posición (8:42.61) en un mano a mano con el francés Bommier al que aventajaba en dos segundos. Por delante, el triunfo correspondía a Ben Yahira (8:14.05), seguido de Akdag (8:20.08) y Ezzine (8:21.03).