La directiva se debate entre una apuesta ortodoxa o una mucho más arriesgada
El asturiano es la apuesta ortodoxa. Ha mamado el estilo Barça, como jugador, y como entrenador del filial de segunda B, y llegaría avalado por dos de los pesos pesados de la entidad. Por un lado del capitán, Carles Puyol, íntimo de ‘Lucho’, y por otro, del presidente, Sandro Rosell, que ya lo quiso a finales de la temporada pasada. Y el argentino, que ya sonó para la Real como reemplazo de Montanier, desembarcaría con el visto bueno de su paisano Leo Messi. También lo quiere Zubizarreta.