Fuga y angustia para el líder

Jordi Simón salvó con un sufrimiento extremo y la aportación de su escuadra Coluer Bicicles el liderato en la Vuelta a León tras un segunda etapa entre Matallana de Torío y Puente Almuhey de 167 frenéticos kilómetros en los que una escapada de 20 ciclistas acababa con el triunfo parcial de José Antonio Segovia (Supermercados Froiz) que en el esprint doblegaba al colombiano Diego Ochoa y al ex triunfador de la ronda provincial, David Belda.

Atacar desde el primer kilómetro. Esa era la consigna que varios de los equipos con opciones subrayaban en el libro de ruta y que dese la misma salida aplicaron. No había que dar concesiones al líder y a pesar de que los primeros intentos no iban a fructificar apenas cumplimentados 20 la resistencia del pelotón y en especial de la escuadra que defendía liderato empezaba a debilitarse. Esa circunstancia la aprovecharon uno a uno hasta una veintena de corredores, alguno de los cuales como el integrante del Diputación de León-Arte en Transfer y los colombianos Orjuela y Ochoa también se guardaban en la manga otro as, el de optar al maillot de líder.

Segundo a segundo el margen se iba ampliando hasta alcanzar los 2:18 en el alto de la Remolina de tercera categoría por el que pasaban, una vez transitados 56 kilómetros, el ruso Rybalkin, el colombiano Paredes y el francés Pacher por este orden dando tiempo al resto de fugados. El entendimiento entre el grupo cabecero era pleno. Los intereses de unos por hacerse con la etapa y otros por la general eran coincidentes por lo que la travesía iba a prolongarse otros 50 kilómetros más que servían incluso para distanciar al pelotón en el que el equipo del líder encontraba varios aliados como el Lokosphinx para evitar que el descalabro fuera mayor. Los compañeros de Simón se exprimían pero lejos de bajar, el crono marcaba cada vez una mayor desventaja que hacía peligrar el maillot para el catalán.

Esperanza para el líder

El guión, a favor de Simón, iba a varias en la subida al segundo puerto de primera categoría de la jornada con el ataque casi continuado de los tres integrantes del Burgos-BH que movía un árbol del que se caían la mitad de sus unidades. A poco más de 50 kilómetros el grupo quedaba reducido a 11 unidades (Francisco, Bekaert, De Segovia, Molina, Del Pino, Belda, Jurado, Parra, Ochoa, Silva y Pacher). Por detrás el resto de fugados se iba en el descenso a 1:08 minutos. El pelotón transitaba a algo más de tres que se elevaban a 4:45 en el primer paso por Puente Almuhey. Pero las hostilidades estaban ya presentes y la armonía pasaba a la desconfianza entre los fugados que se hacía más patente a poco menos de 20 kilómetros para la meta.

Por detrás el equipo del líder lograba minimizar la herida dejando el margen en menos de tres minutos. Con el puerto de La Llama como última complejidad orográfica el desgaste iba a determinar las opciones de los escapados. La victoria estaba entre ellos. De Segovia, Ochoa, Jurado y luego Belda sabían de su inferioridad respecto a sus rivales si al final se jugaba al esprint el primer puesto y en un ataque a diez kilómetros lograban un margen de segundos que, a pesar del intento de Belda de irse en solitario, iba a dejar a tres, descartado Jurado, en puja por la gloria parcial que se llevaba De Segovia por delante de Ochoa y Belda.

Por detrás David Francisco llegaba a 1:36 mientras que el líder Jordi Simón salvaba los muebles in extremis integrado en el pelotón que cruzaba la línea de meta a 2:25. Hoy, tercera y última etapa entre Carbajal de la Legua y Villaquilambre de 156 kilómetros.