El Atlético y Villa retan al Barça

La Supercopa, torneo importante para quien lo gana e intrascendente para quien lo pierde, enfrenta en el Calderón (23.00 horas por TVE-1) dos estilos contrapuestos, el del toque y el del contragolpe, alimentados por la obligación del Barça y la ilusión del Atlético. El azulgrana es el mejor equipo del mundo, dispone del futbolista más determinante del planeta, como campeón de Liga repite Supercopa y precisa de este título para dar otro golpe de autoridad y no generar dudas en la nueva etapa de Tata Marino.

Frente a un claro favorito habituado a jugar este torneo en el que ya acumula una decena de trofeos, el rojiblanco es el inesperado invitado que se ganó el derecho a la lucha por la primera corona de la temporada gracias a su sorprendente y afortunada conquista de la Copa en el Bernabéu. Para el equipo de Diego Simeone ya es un premio regresar a esta competición 17 años después. Desde su histórico ‘doblete’ de 1996, cuando perdió precisamente ante el Barça una Supercopa tan devaluada y menor que en ocasiones ni siquiera se tiene en cuenta en el palmarés y no evita temporadas ‘en blanco’.

El Barcelona se plantea esta batalla a dos asaltos como un examen para reafirmar sus ideas y confirmar la recuperación táctica que reclamaba un equipo que se vio afectado la pasada temporada por la enfermedad de Tito. Ahora, con Tata, aparece con bríos renovados, preparado, con el balón como aliado, para impedir que el Atlético se adjudique el que sería su cuarto título en menos de año y medio.

Los azulgrana tampoco cambiarán su filosofía de ataque, pero al ser «un partido de 180 minutos», como reconoce el técnico azulgrana, con la posibilidad de sentenciar ante su afición, el Barcelona tiene previsto no desgastarse, aunque probablemente jugarán casi los mismos del 7-0 al Levante. «Si Neymar será titular o no se sabrá mañana (por hoy) a las 11 de la noche», dijo Tata.