EL DETALLE
Marc gana la batalla de la pintura y Ricky acaba por desquiciar a McCaleb
España tiene argumentos suficientes para desquiciar a cualquier rival que se precie. Uno de ellos es la jerarquía que luce Marc Gasol. Sin su hermano como compañero en la batalla bajo aros, el de Sant Boi es el faro de la Selección no sólo a la hora de fajarse con el resto de pívots, también en la visión de juego. Marc demostró ayer que el reconocimiento como mejor defensor de la NBA la pasada temporada no es algo que le haya caído por casualidad. Frente a Macedonia dio toda una demostración de talento y liderazgo que le llevaron a ser designado como el mejor del partido. Sus 11 puntos, incluido el triple que cerraba el primer cuarto estuvieron acompañados de diez rebotes y tres asistencias. Antic o Smardziski fueron juguetes en sus manos.
También lució su rol de jugador franquicia Ricky Rubio. Titular ayer y a buen seguro uno de los jugadores que disfrutarán de más minutos en el Europeo de Eslovenia a las órdenes de Orenga, su velocidad endiablada, manos para arrebatar el balón al rival y visión de juego le permitieron lidiar en los minutos más complicados para la ÑBA, los que sirvieron para desgastar al cerebro de Macedonia, McCaleb. Sergio Rodríguez y Calderón acabaron por rematar al base de los balcánicos que acabó el partido en el banquillo.