aventura. el viaje al centro de la tierra
Calleja intenta salir de la trampa a 1.630 metros bajo tierra
El aventurero leonés intenta salir a la superficie ayudado por un equipo ruso
Jesús Calleja intenta salir de la trampa en la que ha quedado atrapado en la sima rusa a 1.630 metros de profundidad. Según informa su hermano Kike desde la entrada de la cavidad, Calleja y su equipo intentan atravesar el sifón inundado y contactar con el equipo de espeleólogos rusos que está a 1.400 metros bajo tierra, en el vivac 2, doscientos metros por encima de ellos.
La situación se ha complicado en las últimas horas debido a la intensa nevada que cae en el valle del Cáucaso donde el aventurero leonés protagoniza su nuevo desafío extremo. Antes, los aventureros se habían visto sorprendido por fuertes lluvias y un intenso granizo que inundaron varias galerías subterráneas e impidieron al equipo ruso alcanzar a Calleja y al leonés continuar el peligroso descenso hasta los 2.080 metros de profundidad, a la que pocos espeleólogos en el mundo han llegado.
Calleja ha quedado a la puerta del tramo más difícil, donde cualquier accidente pondría en peligro la vida de los integrantes de la expedición puesto que un rescate se considera técnicamente imposible. Esa zona es un agujero de 300 metros con apenas 40 centímetros de ancho, por lo que sólo es accesible a deportistas extremadamente delgados. De hecho, sólo Calleja y dos miembros de su equipo iban a intentarlo.
Poco después de las seis de la tarde se han puesto en marcha para iniciar la subida y salir al exterior antes de que el agua subterránea siga subiendo de nivel.
En atravesar el sifón, ahora inundado, tardaron más de tres horas en bajar. El equipo en el exterior estima que la travesía ahora será durísima pero vital para ponerse a salvo. De momento, Jesús Calleja y el resto de los atrapados junto a él han racionado los alimentos en previsión de que no puedan salir del encierro, pero se muestran confiados en el éxito. Están cansados y preocupados pero no alarmados
Calleja está atrapado desde ayer. La primera noticia de las dificultades que atravesaban la dio él mismo.
«No hemos podido alcanzar los -2080 metros. Nos damos la vuelta. Es una decisión difícil. Ha subido mucho nivel de agua. La seguridad es lo primero». Estas fueron las palabras que confirmaron que el equipo de Jesús Calleja abandona el desafío de descender 2.080 metros en la sima de Krúbera-Voronya.
Tras cuatro días sin ver la luz del sol y a causa de las inundaciones provocadas por las fuertes tormentas que se están produciendo en el valle del Cáucaso determinaron tomar la decisión por seguridad. «Ahora mismo nuestro problema no es llegar al final de esta sima, me preocupa salir de aquí vivito y coleando», dijo el aventurero a Cuatro.
Su hermano Kike Calleja aseguró inmediatamente: «Están atrapados por un sifón a 1.630 metros de la superficie, pero no nerviosos. Tienen víveres y están conectados con el exterior. No están alarmados, pero si preocupados y muy cansados. No pueden bucear a causa del sifón hasta que no baje el nivel de agua. La expedición rusa, que está a 1.400 metros de la superficie, nos aconseja que no es seguro continuar, por lo que debemos esperar a que las condiciones sean buenas para salir a la superficie».
El riesgo del desafío era muy elevado. Pozos, gateras, cuatro kilómetros de galerías, bajo el agua helada de cascadas subterráneas.
Las dificultades para superar esta prueba fueron aumentando a medida que el equipo de Jesús Calleja se acercaba a la galería Game Over, distancia situada a 2080 metros de la superficie.
Con el paso de los días comenzaron a presentarse las grandes complicaciones, ya que el desgaste mental y físico pasaba factura. A medida que ganaban en profundidad, las posibilidades para progresar en la sima se complicaban.
Duarnte la tarde de aye, Kike Calleja mostró su preocupación tras perder la comunicación con su hermano.
La prueba que debían afrontar ayer, momento en el que decidieron abandonar, era superar la zona del Way to the Dream, una galería que llega a alcanzar 40 centímetros de ancho y que se extiende a lo largo de 300 metros.
««Jesús y los demás están atrapados en el vivac 3. El sifón ha crecido por las lluvias y no pueden atravesarlo para regresar a la superficie», asegura su hermano Kike Calleja.