Los acreedores de Baloncesto León se quedan sin recuperar sus deudas
Si el concurso es fortuito, como es el caso del fallo del Juzgado de lo Mercantil para el de Baloncesto León, los acreedores no tienen nada que hacer, decir o reclamar para que se les satisfaga la deuda contraída con la sociedad deportiva leonesa. En el caso en el que la administración concursal y el ministerio fiscal coincidan en no recurrir la sentencia ordenada por el juez, que calificó el concurso como fortuito, se archivarán las actuaciones sin más trámite, por lo que los muchos acreedores de Baloncesto León se quedarán sin recuperar ni un solo euro de sus respectivas deudas con la sociedad anónima deportiva.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de León, José María López Benito, último presidente de Baloncesto León SAD, asegura sentirse «satisfecho» por lo que considera una sentencia «justa» del Juzgado de lo Mercantil de León.
El Juzgado declaró «fortuito» el concurso de acreedores, en contra del informe del administrador concursal José Luis Ayala, que culpaba de la mala gestión a 16 exconsejeros de la entidad deportiva leonesa.
El auto del Juzgado exonera de cualquier irregularidad o de actuar con mala fe en la gestión de la sociedad anónima deportiva que acabó acumulando un déficit de 2,5 millones de euros, por lo que se solicitó finalmente la liquidación de la misma.
José María López Benito expone tras conocer la sentencia del Juzgado de lo Mercantil de León que su relación, como miembro del consejo de administración de Baloncesto León, tan sólo se circunscribe a su elección como representante del Ayuntamiento, a partir de junio de 2011, «cuando los hechos que se encuentran en el procedimiento arrancan con anterioridad».
El concejal de Deportes, que asumió, de manera interina la presidencia, tras la dimisión del presidente Joaquín Rodríguez, quiere «valorar» tras conocerse el fallo del juez la figura del ex mandatario de Baloncesto León, «porque, como se ha demostrado, no existió ni ánimo de lucro, ni intención de ocultar la situación buscando cualquier tipo de subterfugio. Eso sí, lo siento por los acreedores».