El ‘caso Salamanca’ sigue coleando

La Real Federación Española de Fútbol no está dispuesta a vivir una situación similar a la de la temporada pasada cuando un auto del Juzgado número 3 de lo Mercantil de Alicante con sede en Elche le obligó a inscribir al Orihuela en el grupo 3 de la Segunda División B, con la competición en marcha, teniendo que aumentar el mismo a 21 equipos, variar el calendario y cambiar también la Normativa de las eliminatorias de permanencia entre los equipos clasificados en el puesto 16 de cada uno de los cuatro grupos, para volver a dejar en 80 los equipos totales de la categoría de bronce, auto que fue posteriormente revocado por la Audiencia Provincial de Alicante, en el que recogía que el Reglamento de la RFEF es de obligado cumplimineto, incluso para los clubes o SADs que se encuentren declarados en situación concursal, indicando que la RFEF actuó bajo la más estricta legalidad al no incluir al Orihuela en la Segunda División B, siendo el fallo firme e irrecurrible.

A la vista de todo ello, la RFEF en las alegaciones presentadas asegura que la magistrada no es «quién» para ordenar la inscripción del equipo salmantino y que «seguramente» nunca será SAD.

La RFEF presentó un amplio recurso de reposición para evitar que las alegaciones presentadas por el Salamanca Athletic sean tenidas en cuenta y no le sirvan a la jueza para ordenar la inscripción provisional de la entidad.

Tanto la RFEF como la de Castilla y León han saturado a la magistrada con 130 folios de recursos, argumentación, ejemplos y jurisprudencia, como la anteriormente citada. El fondo del recurso es muy claro: el Juzgado de lo Mercantil no tiene competencia para ordenar la inscripción del equipo charro porque argumentan el futuro del nuevo equipo no afecta a la empresa concursada (el extinto Salamanca), no tiene contenido patrimonial sobre la concursada y el equipo sigue sin cumplir los requisitos federativos, algo que «seguramente», nunca obtendrá la calificación de sociedad anónima deportiva.