Guadalajara como terapia

En balonmano, la competición da poco tiempo para enfrascarse en tristezas o para disfrutar de las alegrías. Es lo que tiene jugar un partido a la semana o dos en cuanto comience la temporada europea el próximo mes. Así, el Ademar piensa ya en el envite del próximo sábado ante el Guadalajara que dirige el histórico Mateo Garralda como la mejor fórmula para olvidar el amargor de la derrota del pasado miércoles ante el Naturhouse La Rioja; un tropiezo donde la falta de un criterio justo por parte de la pareja arbitral jugó un papel determinante.

Pero eso es agua pasada, toca pasar página e intentar sumar una nueva victoria ante los gudalajareños. «Sí, puede ser la mejor terapia», reconocía ayer el capitán ademarista Gonzalo Carou. «Y además —añadía— para ganar de una vez en casa. Hemos tenido opciones de hacerlo pero al final se nos escaparon y todavía tenemos esa cuenta pendiente. Ante el Naturhouse parecía sentenciado y al final no nos llevamos nada. Por eso el partido ante el Guadalajara lo esperamos con muchas ganas».

El hecho de que el equipo leonés haya jugado su último partido de liga el miércoles pasado le ha dado un amplio margen de diez días para preparar el próximo envite. «Ese tiempo nos va a venir muy bien a todos para preparar el partido y que no nos puedan sorprender con nada», indicó.

A la hora de evaluar la marcha del equipo en las seis jornadas de liga, Carou apuntó que el equipo está donde cabía esperar —es sexto— pero lamentó un par de partidos en los que se esperaba sumar algo más. «Se ha hecho lo que se podía esperar de un equipo como este. Tenemos mucha juventud y mucha gente nueva y lleva su tiempo acoplar las piezas. La pena es que ante Huesca y Cuenca (dos empates) se nos escaparon puntos con los que se podían contar a priori».

Sin embargo ve al conjunto más fuerte a medida que avanza la campaña. «Partido a partido se ve mejor al equipo, la mejor versión del equipo se ve en cada partido nuevo que jugamos. Ahora lo importante es que el bueno de verdad sea el del próximo sábado ante el Guadalajara».

En todo caso se prevé un duelo igualado. Realmente casi todos lo son en esta Liga Asobal a excepción de si está el Barcelona de por medio. La enorme cantidad de empates registrados hasta en estas seis primeras jornadas de liga así lo atestigua. «Puede sorprender pero responde a la tremenda igualdad de la liga. No hay como en años anteriores tantos equipos que ganaban con facilidad. Todos los equipos tiran con mucha gente de la casa y eso se nota. Se sabía desde un principio que iba a ser así y la tónica de la temporada va a ser eso: una liga de uno, el Barcelona; luego seguro que acabará despegando el Logroño y después al resto nos tocará luchar por la tercera plaza. Antes casi con la camiseta se ganaban algunos partidos pero ahora ya no sucede eso en la liga española. Ahora todos los equipos tienen tres o cuatro jugadores que si tienen el día te pueden complicar mucho las cosas. Antes el Ademar tenía ocho o diez jugadores que podían marcar diferencias en sus puestos pero ahora no sucede eso», subrayó el internacional argentino con un profundo sentido de la realidad del Ademar actual.

En todo caso augura una escuadra competitiva y sólo espera que los arbitrajes no castiguen en demasía como ha sucedido hasta ahora, especialmente en el último partido ante el Naturhouse La Rioja. «Para mi fue bastante claro que las jugadas dudosas fueron para ellos. No nos dieron nada. No sé si es que hay algún problema o es el mal habitual de medirse a un equipo grande. Es sorprendente que en casa nos piten así. Lo peor de todo es que no pasa nada. Nosotros nos fastidiamos con dos puntos menos y ellos van a seguir pitando la próxima jornada. Espero que las cosas cambien y se nos trate con más justicia».