Agustinos leclerc

Agustinos Leclerc dio paso y medio hacia el título de Copa tras ‘borrar’ en el primer envite de la final al ULE Puertalia (76-45) al que pesó en exceso el mal día de sus exteriores.

El primer pulso de una final con sello leonés se presumía más igualado de lo que el marcador final iba a reflejar en el Pabellón San Esteban. Ni la baja de su mejor hombre, Pablo Llamas, mermó la máquina de un Agustinos que supo jugar sus bazas frente a un oponente en el que su mejor arma, el lanzamiento desde el perímetro, apenas hacía acto de presencia. Y el resultado no pudo ser otro que la victoria contundente de los entrenados por Adrián Álvarez para los que los 40 minutos del envite de vuelta mañana domingo en el Palacio se presentan, salvo desastre, como un trámite para levantar el trofeo.

Defensa y contundencia bajo aros frente a rapidez en las transiciones y juego exterior. Esos dos diferentes estilos se dieron cita en la pista dejando los primeros diez minutos en un intercambio de intenciones que situaban con seis puntos de renta a los locales, un margen que no obstante, ni auguraba a lo que iba a desembocar el primer capítulo de la final.

Con Sergio Martínez y Alberto García haciéndose dueños de la pintura en su mano a mano frente a Prosper y Mezo primero y Pablo Martín y Mezo posteriormente, el recurso para los de Tino Ugidos pasaba por mantenerse frescos con los lanzamientos desde la media distancia.

Pero esta vez ni Gacic ni Halla tenían la mano caliente. Sólo Roales parecía mantener su tono habitual. Pero eso no bastaba para que el ULE Puertalia se mantuviera a la estela de su oponente. El Puertalia necesitaba de los puntos de sus exteriores para abrir la defensa del Leclerc pero con el paso de los minutos iba a suceder todo lo contrario. A cinco minutos para el descanso el panorama se oscurecía para el Puertalia que cedía 17 puntos frente al Agustinos (35-18), margen que se ampliaba a los 19 cuando ambos equipos se iban a vestuarios (39-20).

Visto para sentencia

A 20 minutos para cerrar el pulso una cosa estaba clara: la final parecía decantarse para uno de los equipos de manera clara. O mucho cambiaban las cosas o la sangría a la que Agustinos Leclerc sometía al ULE Puertalia iba a ir en aumento. Tiempo había para reconducir la situación a los de Ugidos pero lejos de hacerlo los nubarrones no iban a aclarar. Menos con la lesión de uno de los pilares del juego ofensivo del Puertalia, el croata Sandro Gacic al que un pinzamiento en un gemelo le obligaba a sentarse. Y ahí empezó el fin de sus compañeros que a diez minutos para clausurar el envite cedían por 22 puntos frente a un Augustinos Eras que se gustaba y cuya intensidad le permitió incluso seguir creciendo en el marcador. El último cuarto no varió la decoración. El 76-45 lo decía todo. Mañana segundo acto y salvo descalabro del Agustinos, con poco en juego.