El gol tiene nombre en el Ademar

«Es una de las joyas de la generación de los noventa». Lo dijo el entrenador del Ademar, Dani Gordo, el verano pasado cuando presentó oficialmente a Víctor Alonso como nuevo jugador del equipo leonés. No fue ningún brindis al sol. De hecho este gijonés de 23 años había fichado ya por uno de los grandes del balonmano español, el Atlético de Madrid, aunque la inesperada desaparición del club rojiblanco permitió que finalmente recalase aquí. A nadie se le escapa que si el mítico Talant Dujshebaev le quería en sus filas es porque se trata de un jugador de calidad.

Esa calidad que el aficionado leonés está empezando a apreciar en dosis mayores a medida que avanza la temporada. Y es que al igual que al equipo a Víctor Alonso le costó desplegar todo su potencial en los partidos de casa. Pero el talento siempre brilla y el versátil jugador ademarista se ha convertido ya en uno de los abanderados del ‘top cinco’ de máximos goleadores de la liga. Los 44 goles que lleva conseguidos en las ocho jornadas disputadas hasta ahora le colocan en la quinta plaza de ese grupo tan especial. Casi seis goles de media lo que no está nada mal para un jugador que se desenvuelve fundamentalmente en el extremo.

«Meter goles es lo que llevo haciendo siempre», señala para poner el acento en su perfil ofensivo. «La verdad es que es complicado que alguien como yo esté arriba porque aunque meta goles soy extremo y para nosotros es más difícil que nos lleguen balones no como los laterales y las primeras líneas».

El hecho que de también pueda actuar como lateral le ha abierto más caminos de cara al gol. «El entrenador me insistió mucho en que ese debería ser mi rol. Es lo que se me pide. Por eso a veces juego también de lateral y puedo participar un poco más en el juego de ataque».

¿Lateral o extremo? La recurrente pregunta que le persigue desde las últimas temporadas. Cuando empezó en el balonmano lo hizo de lateral pero al final su físico —1,87 y 82 kilos— le ha ido desplazando hacia las esquinas de la cancha. «¿De qué prefiero jugar? Pues te diría que eso es muy relativo. Si al extremo llegan balones en el extremo, sino me voy en ocasiones al lateral aunque mi posición natural es en la esquina», señaló.

Versatilidad. Un concepto en alza en el balonmano actual y más en el Ademar. «Hay que buscar otras opciones que a lo mejor en un momento determinado del partido no encuentras en tu puesto. Desde pequeño jugué de lateral pero por estatura y peso ahora voy muy justo. Si juego de lateral para tirar tengo que aprovechar mi salto o fintar».

Curiosamente en ese quinteto de máximos goleadores figuran cuatro españoles: además del ademarista lo completan Quique Plaza, Jon Azkue y Costoya. «Lo bueno de esta liga es que como ha bajado mucho los equipos están tirando de gente de la cantera y de gente joven. Gente que llevaba años en la Asobal, que no tenían una gran participación pero a quienes la salida de tantos jugadores les ha dado la oportunidad de tener que tirar del carro», manifestó.