La Cultural recobra el pulso (3-1)

La Cultural sumó un triunfo necesario frente al Burgos en un partido en el que el conjunto leonés desarrolló el mejor fútbol de la temporada durante la primera parte, para desaparecer en una segunda en la que el equipo castellano se adueñó de todo el campo y puso en jaque una victoria que parecía segura para los locales. Al final y en pleno acoso burgalés, sentenció Diego Torres (3-1).

El cuadro leonés comenzó su Liga sumando tres puntos. El técnico leonés Luis Cembranos así define los próximos encuentros del campeonato para la Cultural. El preparador blanco concienció a los suyos de que el partido era vital. El bloque de casa comenzó el encuentro como colista, tras el 3-2 del Caudal al Coruxo por la mañana. La plantilla entendió que no quedaba otra que ganar.

El once leonés agarró el partido. Sujetó al rival en el medio y la movilidad de Diego Torres en la punta dejó al cuadro castellano a merced de los leoneses.

Además, el regreso tal vez precipitado de Dani Hedrera dio un salto de rocosidad a la medular que sin el jerezano no la tiene. Muy pronto se adelantó el equipo blanco en el marcador. Un saque de esquina ejecutado con el golpeo sedoso de Adán Gurdiel, que minutos antes había rozado el gol, sirvió para que el imperial Hedrera alojara el balón en la red visitante.

El derbi autonómico comenzó de cara, como le gusta a Cembranos. Los de casa no se conformaron. La capacidad y entidad que le dio al medio Hedrera consumió una y otra vez los ataques del rival. El imán del jerezano impuso su ley. Llegadas y más llegadas de los blancos a la portería de Álex Ruiz, hasta que en una acción por la banda derecha, Raúl Torres golpeó al larguero, aunque el rechace lo aprovechó Viti para dar más ventaja a los suyos en el marcador.

Los de casa siguieron con un dominio en todas las zonas del campo. Mientras tanto, el Burgos nunca fue rival y se retiró a los vestuarios como el oponente más débil de los que han visitado el Reino de León en lo que va de campeonato.

Pero la segunda parte fue otro cuento. La lesión de Dani Hedrera cambió a la Cultural y la transformó en el equipo endeble que ha demostrado ser en varios partidos de la temporada. Sin el alma y sobre todo la figura incisiva en el medio del campo, el bloque de Luis Cembranos perdió el rumbo. Se fue a la deriva. Dejó todo el campo al rival, que muy pronto se dio cuenta de que el cuadro leonés ya no era el mismo. Raúl Torres sacó un gol seguro bajo los palos, pero Carralero redujo distancias a continuación al convertir un discutido penalti.

La última fase del encuentro fue un infarto continuado para la parroquia local. El Burgos se adueñó de todo el terreno, que le concedió inexplicablemente el banquillo local. El juego directo del rival propició siempre una segunda jugada. Menos mal que Diego Torres sentenció.