El Toralín se convierte en un pequeño Riazor por unas horas

El estadio de la SD Ponferradina se convirtió en un mini Riazor. De hecho, fueron varias veces las que se oyó el grito de «que bote Riazor». Aunque sea en inferioridad, una afición visitante siempre se hace oír y más si son muchos sus efectivos. Era lo que pasaba cuando la de la Deportiva se desplazaba en masa, sobre todo entre el 2006 y el 2010. La hinchada coruñesa dio ambiente a la ciudad en las horas previas y al estadio durante el partido. El aparcamiento se llenó de más autobuses visitantes que nunca y en el estadio los colores se confundían y los gritos de aliento de una y otra aficiones se confundían al nombrar a sus equipos, pero no en el repertorio de canciones. Desgraciadamente el estadio no se llenó y si quitamos a la hinchada visitante, la entrada fue bastante discreta para el partido que era.

Antes de empezar el partido se recordó al fallecido Antonio Galarraga y la curiosidad fue escuchar al speaker de Riazor anunciando la alineación del cuadro herculino.