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Exhibición de casta en Galicia (29-29)
El Ademar se sobrepone a las bajas y al cansancio y fuerza tablas ante el Cangas.
Profeta en su tierra, el pivote Diego Piñeiro fue ayer una pesadilla para la defensa del Cangas.
En los momentos complicados es cuando se ve la pasta de que está hecho un equipo. Suelen presentarse dos caminos: o bien echarle coraje al asunto o dejarse llevar por las circunstancias. Fiel a su espíritu el Ademar eligió ayer el primero para forzar un empate ante los gallegos del Cangas (29-29) lleno de esfuerzo y trabajo solidario. Fue un partido intenso, de poder a poder que nunca tuvo un dominador claro. Un encuentro de acción-reacción continuadas, de arreones de uno y de otro que culminaron con un final de infarto donde el equipo leonés dispuso de la última bola para llevarse la victoria a falta de trece segundos pero desgraciadamente no la aprovechó. En todo caso, eso no debe empañar el valor —de auténtico oro— del punto conseguido ayer en O Gatañal sobreponiéndose a las bajas de dos jugadores determinantes en el esquema ademarista como Víctor Alonso y Carou y al cansancio del palizón de viaje tras el partido de Copa EHF del domingo pasado ante el Nexe croata. Un punto, además, que refuerza al equipo leonés en la cuarta plaza, la última que da billete para la próxima edición de la Copa EHF.
Fenomenales prestaciones para el Ademar en el primer tramo, superando con facilidad un 6-0 poderoso en el frente pero con más debilidad en los flancos. Carrillo abría la cuenta para Ademar desde los siete metros, logrando el equipo una primera ventaja importante en 2-5, con Dacevic destacando. Un siete metros de Soliño recortaba y los porteros poco a poco comenzaban a brillar, solicitando Pillo un tiempo muerto antes del minuto diez, cuando los leoneses doblaban en el luminoso a su adversario (3-6).
Ahí reaccionó con bravura el cuadro de Pillo, empujado por el graderío, con un parcial de 4-0 que le daba la vuelta al electrónico poniendo a los locales arriba en el electrónico. Tatarintsev estaba en sus minutos mágicos, enchufadísimo y soltando unos latigazos que acallaban la pista canguesa hasta devolver las tablas al electrónico en el que suponía su tercer gol consecutivo, pero al descanso Cangas mandaba por la mínima (13-12) tras unos minutos finales de fuerte tensión defensiva en ambas áreas.
Se movió a tirones el electrónico en el segundo acto, con una salida fuerte de Ademar bien liderado por Dacevic con dos dianas para poner arriba de nuevo a los leoneses. Pero nadie se escapaba, las diferencias eran mínimas con sucesión de empates. Mediado este segundo periodo, el encuentro parecía reducido a un duelo entre goleadores balcánicos. Alen Muratovic anotaba tres seguidos para Cangas en acciones de puro talento y fuerza, pero respondía de maravilla Dacevic para los de Gordo, sin que le temblara el brazo.
A 3.45 del final, David García colocaba a los de Pillo con dos goles de diferencia en el marcador. Los locales casi rozaban el éxito con la punta de los dedos, pero aparecieron Piñeiro y Carrillo y un gran Llamazares para empatar y poner uno arriba al Ademar. Pero el gran Muratovic —el que tuvo retuvo— forzaba de nuevo tablas y aunque el Ademar tuvo trece segundos Juan Castro lo intentó in extremis pero el balón no entró.
