«Mi idea es seguir en Francia pero ¿quién sabe?»

En la gran diáspora del balonmano femenino español también hay una leonesa. Mireya González, lateral derecha del Mios francés, se subió también hace dos temporadas al tren de las emigrantes para desplegar todo su talento fuera de las fronteras nacionales. Es la realidad del balonmano en España y en especial del femenino. De hecho, casi el noventa por ciento de las jugadoras de la Selección lo hacen en el extranjero: nada menos que doce de las 16 que formaron la última convocatoria en el Mundial que se está disputando en Serbia.

Mireya, incluso, entró en las convocatorias previas con España pero al igual que le pasó a su paisana Raquel Caño no pudo formar parte de la lista definitiva. En todo caso la Roja es un reto que está en su horizonte más cercano.

Y pese a no estar no se perdió los partidos de la Selección por la televisión. «Por supuesto que ahí he estado apoyando a Las Guerreras». Y tiene claro cual debe ser su hoja de ruta en este sentido. «Lo que hay que hacer es seguir trabajando para poder estar ahí algún día. Es difícil porque son pocas plazas pero pelearé por ello. No sé si podré entrar en las próximas convocatorias de la Selección, pero yo voy a trabajar para que se vea mi labor con mi club. Eso es lo que esté en mi mano y si finalmente llega me hará una ilusión enorme. Y si no... a seguir trabajando».

En verano ya debutó con España y además en León ante Turquía. «Para mí fue un gran momento, es un partido que no voy a olvidar. Poder jugar en el Palacio, con toda la gente de León, fue muy emotivo».

Lleva ya dos temporadas en Francia y este año acaba su contrato. Deja el futuro abierto pero tampoco le quiere dar muchas vueltas. «Ahora no quiero dolores de cabeza», comenta con una sonrisa. Su idea es seguir en la liga gala pero deja una puerta abierta a volver a España. ¿Tal vez al Cleba?

«En principio no, pero ¿quién sabe? Un mes antes de tomar la decisión de venir a Francia me llamaron y en principio dije que no. Mi idea no es volver a España pero el deporte da muchas vueltas, nunca se sabe».

Es consciente de la mala situación del balonmano femenino pero, como todo el mundo, ha captado también que Las Guerreras tienen tirón. «A ver si con el empujón que han dado las Guerreras pueden cambiar un poco las cosas en España. Hace falta más apoyo para los clubes y por supuesto empezar por uno mismo, buscándose la vida los clubes para avanzar».

De su estancia en la liga francesa sólo tiene palabras de elogio, aunque León siempre está en la memoria. «La verdad es que me tratan muy bien. No me puedo quejar de nada estoy como en casa con mis compañeras pero echo de menos la familia y otros pequeños detallees como la comida. Además hay menos vida nocturna. Cuando estás acostumbrada a León es algo que se nota mucho. Yo estoy en Burdeos, que es una ciudad grande, y en el centro hay movimiento pero no hay como en León. Es otra cultura. La verdad es que siempre que vuelvo pillo a todo el mundo y vamos a todos los sitios».

Su equipo es séptimo pero claro aspirante a pelear por la liga. «En la primera vuelta hemos empezado un poco flojas. Hubo muchos cambios en el equipo con muchas jugadoras nuevas pero creo que tenemos jugadoras con mucha calidad. Y ahora podemos aspirar a todo. Hemos acabado muy bien pero el mal comienzo nos lastró. Ahora somos séptimas pero pelear por la liga es posible porque en Francia juegas un play off si quedas entre las seis primeras y puedes acabar ganando la liga».