El Barcelona pasa el rodillo

El Barcelona cumplió con el expediente en la eliminatoria más desigual de los cuartos de la Copa. Logró el pase a semifinales por la vía rápida (102-60), sin dar oportunidad a la sorpresa y repartiendo esfuerzos y minutos ante un Iberostar Tenerife que había conseguido su premio antes de jugar.

Sin Sekulic, al Tenerife le quedaban escasos argumentos con los que hacer frente a una de las mejores plantillas de Europa. La fe, el trabajo y la constancia permanecen vivos en los canarios, pero la diferencia de calidad con respecto a los vigentes campeones coperos es más que evidente y así quedó reflejado en el escandaloso pero lógico marcador final del duelo.

El partido fue soso pese al buen hacer de Papanikolaou, Navarro o Huertas, los enormes mates de Dorsey o los pitos a Abrines, el otrora niño mimado de la parroquia malagueña. Tras un primer cuarto más que digno del cuadro aurinegro (22-16), la tensión competitiva se fue disolviendo y la distancia en el marcador se fue disparando y, al mismo tiempo, los pensamientos de los catalanes se escaparon hacia el complicado segundo duelo copero ante el Valencia. Eso sí, a pesar de su relajación lograron una amplia renta frente a un adversario como el canario que apenas aguantó unos minutos frente al rodillo de un FC Barcelona que parece recobrar elpulso firme que por plantilla se espera para los de Xavi Pascual.