«El balonmano europeo me beneficia»

En el empate ante el Lugi sueco hubo dos jugadores protagonistas. Atrás, el meta Rogelio Llamazares firmó una actuación estelar y en el aspecto ofensivo brilló más que nadie el central, Juan Castro. Y pronto se vio que había entrado con buen pie en el partido. En apenas cinco minutos de juego llevaba ya cuatro goles finalizando de forma letal el noventa por ciento de las acciones de ataque del equipo marista. «Sabía que había que salir fuertes y lo vi claro al principio porque ellos todavía estaban tomando la distancia en defensa. Yo lo intenté aprovechar de la mejor manera posible y me salieron los lanzamientos», explica.

Realmente la competición europea se le está dando muy bien. Acabó con seis goles ante el Csurgo húngaro en el primer partido de la fase de grupos que se abrió con un rotundo triunfo ademarista y le hizo siete a los suecos en el empate del pasado domingo.

«El balonmano que se hace en Europa es un balonmano diferente y me beneficia. Es mucho más rápido, con mucho ritmo en el juego y eso a mí me beneficia», asegura. Una racha que espera prolongar el próximo domingo en la visita del Hannover alemán al Palacio de los Deportes. «¡Ojalá no se corte!».

El partido se las trae. Va a ser un choque de alta tensión. Después de dos tropiezos seguidos y ser últimos de grupo cuando todo el mundo les daba como favoritos el Hannover vendrá a León con el cuchillo entre los dientes. «Para ellos es clave y están yendo hacia arriba porque en su último partido ganaron al Flensburg de uno. En la liga alemana es un equipo a tener en cuenta. Que la gente no piense que se les puede ganar fácil porque hayan perdido sus dos partidos en la Copa».

Al igual que el equipo el central marista es de los que ha dado un paso al frente tras el doloroso varapalo que supuso la abultada derrota en Huesca. «Está claro que cuando te dan detrás de las orejas siempre reaccionas y la derrota en Huesca nos sirvió para saber que hay que salir al cien por cien en cada campo. Esta liga se decide en los sesenta minutos de cada partido, no sólo en veinte buenos. A raíz de ese partido creo que hubo un cambio en la concentración».

Y esa concentración indispensable para ser un equipo competitivo deberá alumbrar de nuevo al Ademar mañana miércoles en el partido de liga que le medirá al Cuenca de Zupo Equisoain. Un partido en el que viajarán y jugarán en el mismo día. No hay otra; la economía manda. «No es una excusa pero es una cosa más a mayores». Lógicamente apenas habrá tiempo para preparar técnicamente el partido pero huye también de excusas: «En la NBA a veces juegan cuatro partidos en una semana. No podremos entrenar mucho pero todo esto lo que nos da es ritmo competitivo», manifestó.