La primera final de un Barça nervioso
El equipo azulgrana necesita recuperar las sensaciones y superar la negatividad para sellar la eliminación del City y pasar a cuartos. Los ingleses recuperan al temible Kun Agüero.
Messi se ejercita ante el entrenador Gerardo Tata Martino.
Octavos de final de la Liga de Campeones siempre ha sido una ronda que al Barça le costó superar, aunque acabó accediendo de forma consecutiva a los últimos seis cuartos, a las últimas seis semifinales y a dos finales (2008-09 y 2010-11) que ganó con brillantez. Jugar el partido de vuelta en el Camp Nou (20.45 horas, Canal+ Liga de Campeones) con un 0-2 favorable de la ida ante un rival del potencial del Manchester City es algo que no ocurrió ni en la excelente etapa de Pep Guardiola (1-1 en Lyon, 2008-09; 1-1 en Stuttgart, 2009-10; 2-1 en Londres ante el Arsenal, 2010-11; y la excepción del 1-3 en Leverkusen, 2011-12, ante un rival muy inferior). Y mucho menos en el año de Tito Vilanova (2012-13), cuando hubo que remontar el 2-0 de San Siro contra el Milan. Sin embargo, había tanta fe en ese Barça del último lustro que nadie dudaba del pase azulgrana. Por extraño que parezca, en esta ocasión sucede todo lo contrario. Se detecta en el ambiente una especie de pánico a una eliminación que ya sería una catástrofe.
El Barça que perdió en Valladolid (1-0) y San Sebastián (3-1) en dos de los tres últimos partidos de Liga podría ser destrozado por un City temible del centro del campo para arriba, con el regreso al Camp Nou de un enorme Touré Yaya, acompañado del talento del Kun Agüero y David Silva, de la contundencia de Negredo o Dzeko, de la velocidad de Jesús Navas o de la habilidad de Nasri. El partido exige la máxima intensidad y la mejor actitud, algo que se comienza a dudar de que el Barça pueda ofrecer, ya sea por una cuestión física o mental. También es cierto que de centro del campo para abajo, el equipo de Manuel Pellegrini es vulnerable, como demostró en la ida.
Cuesta creer que el conjunto del Tata Martino, con Messi siempre inspirado históricamente en octavos de final, no vaya a marcar un gol o más que ya obligaría al City a una proeza.
El técnico azulgrana convocó a los 23 disponibles, toda la plantilla excepto los lesionados Cuenca y Jonathan dos Santos. Podrá contar entonces con Piqué, que acabó tocado en Pucela, e Iniesta, que quiere echar una mano pese a haber vivido la dura experiencia de perder al hijo que esperaba, motivo por el que se cayó a última hora de la lista en Valladolid. Pellegrini no habló en la previa debido a sus sanción de tres partidos por sus críticas al árbitro tras el penalti a Messi en la ida. Llega el City con el mal sabor de boca de la eliminación en cuartos de final de la FA Cup ante el Wigan, un Segunda División, y en el Etihad Stadium (1-2), pero sí celebró hace diez días primer título de la temporada, la Copa de la Liga en Wembley ante el Sunderland (3-1). Es también un equipo con dos caras. Y cuando muestra la buena, con un Kun extraordinario que no jugó la ida por lesión, tienen mucho peligro.