El Ademar asalta Guadalajara

El Reale Ademar cumple con la estadística y vuelve a puntuar en su desplazamiento a Guadalajara (28-31), una cancha donde nunca ha perdido. Y lo hace cuatro meses y medio después de su última victoria a domicilio. En esta ocasión, demostró templar mejor los nervios en los instantes finales y se llevó un triunfo con sabor europeo, tras un encuentro brillante sobre todo en el aspecto ofensivo. En juego estaba la quinta plaza, la última que da derecho a disputar la próxima edición de la EHF.

El primer ataque leonés se saldó con un lanzamiento de siete metros convertido por Víctor Alonso, mientras que el Guadalajara abría su cuenta con el tanto de Víctor Vigo, tras una buena circulación de balón. Sin embargo, en el siguiente ataque marista, otra vez lanzamiento de siete metros. Esta vez era Carrillo el que batía a Diego Moyano. Javi Parra respondía y ponía por delante por primera vez al Guadalajara (4-3). Empataba Víctor Alonso para el Ademar, como no podía ser de otra forma, también desde el punto de penalti.

La igualdad era la nota predominante en el arranque del encuentro, en unos minutos trepidantes, donde las defensas apenas aparecían y la efectividad en los lanzamientos de ambos era notable. Además, a cualquier acción ofensiva de los morados contestaban con idénticas armas los leoneses, aunque había un hombre que quería todo el protagonismo anotador, el portugués Jorge Silva. De los siete primeros goles, cuatro habían salido de su muñeca.

Pero el Ademar no se asustaba, al contrario, necesitaba la victoria y estaba claro que iba a luchar por ella. Apretó su defensa y con el tanto en contraataque de Dacevic situaba de nuevo las tablas (8-8). Mellado, con su diana ponía el 10-11, aprovechando la inferioridad morada tras los dos minutos a Javi Parra. La portería del Guadalajara estaba presentando ciertos problemas y Garralda lo intentó paliar dando entrada al veterano Diego Moyano, que en su primera intervención detuvo un penalti a Carrillo. El Guadalajara tiró de casta, pero no era suficiente cuando empezaba a despertar Asanín, quien sería determinante en el tramo final del choque.

Dos acciones de Víctor Alonso, una desde los siete metros y otra al contraataque ponían a su equipo con dos arriba (12-14), un marcador que ampliaba Carou. Era la mayor renta visitante (12-15), que venía apoyada por dos buenas acciones de Asanin, aunque poco pudo hacer ante el lanzamiento de Iago Muiña que servía para recortar diferencias.

Con el 13-16 y a falta de 1,09, Mateo Garralda, que finalmente pudo sentarse en el banquillo, a pesar de la tarjeta roja que vio en la última jornada, utilizaba su tiempo muerto. Quería preparar la última acción, tiró de pizarra y Bozalongo llevó las explicaciones hasta el gol (14-16). El último ataque del Ademar también tuvo premio, con el tanto de Castro que dejaba el 14-17, la máxima renta, de nuevo, para la entrada a los vestuarios.

El Ademar tenía a su favor una mayor profundidad de banquillo, lo que iba a convertir en decisivo para conservar la ventaja en la segunda mitad.

El Guadalajara seguía teniendo como principal arma ofensiva a Silva, pero estaba excesivamente solo. No obstante logró acercar a su equipo a dos goles y Víctor Vigo apretaba el marcador (21-22). Había partido. La reacción alcarreña coincidía con el despertar de la afición que no estaba muy conforme con algunas decisiones de los colegiados. Pero los de Garralda no terminaban de entrar en el encuentro.

La exclusión de Vejin, la segunda, fue bien aprovechada por el Guadalajara y con Pozzer, primero, y Víctor Vigo, después, consiguieron igualar el partido (25-25). El Ademar había dejado ir una renta importante y ahora era cuestión de templar los nervios ante un Guadalajara crecido. Todo cambió de forma radical. Ahora era el Ademar el que estaba en superioridad, lo que provocó dos nuevos goles (25-27). Pozzer era excluido en los morados y Víctor Alonso ponía el 25-28. El Guadalajara estaba muy herido, era cuestión, para los leoneses de rematar la faena. Con tres goles arriba y con superioridad, tenía que saber jugar los últimos seis minutos. Asanín echaba el cierre a su portería, aunque Plaza conseguía su gol y Víctor Vigo volvía a meter en el partido a los alcarreños. Faltaban tres angustiosos minutos, con un solo gol de renta. Cada acción valía su peso en oro y en esos momentos complicados apareció Castro con dos tantos para mantener la emoción. Asanin, después, desbarataría cualquier atisbo de remontada. La pelea por Europa sigue abierta.