Inicio con paliza del Barcelona

El Barcelona avanzó en el primer partido de los cuartos de final de la Euroliga ante un aguerrido Galatasaray (88-61), que se bloqueó con la solidez defensiva de los azulgranas que, tras el descanso, tan solo recibieron 26 puntos.

Diezmados por la lesión de su máxima estrella, el puertorriqueño Carlos Arroyo, antes del descanso, los turcos se enrocaron ante el muro planteado por Pascual que, ante el desacierto de hombres importantes como el croata Ante Tomic y el brasileño Marcelinho Huertas, tiró de actores secundarios como Pullen, Dorsey, Nachbar y Oleson para asegurarse la victoria.

Salieron desconcentrados los azulgranas, que a las primeras de cambio recibieron un parcial de 0-9. El base Carlos Arroyo, desde el perímetro, y pívot Furkan Aldemir fueron una pesadilla para la defensa local en los primeros compases del encuentro.

Ambos jugadores anotaron 17 de los 21 puntos de su equipo en el primer cuarto. Ello obligó a Pascual a dar entrada a Sada, quien apretó las tuercas en defensa y paró la exuberancia ofensiva de Arroyo, autor de ocho puntos en los primeros diez minutos.

Desacertado Tomic en la pintura, el Barça recurrió a Juan Carlos Navarro para reducir ventajas. El escolta de Sant Feliu anotaba dos triples consecutivos que, si bien no conseguían cambiar la dinámica de juego, daban tranquilidad a su equipo para afrontar con ciertas garantías el segundo periodo (14-21).

Los de Xavi Pascual imprimieron una marcha más en defensa y se acercaron en el marcador, aunque no conseguían ponerse por delante. Los turcos se mostraron menos acertados desde el perímetro, mientras veía como su rival no era capaz de controlar el rebote defensivo.

Entró de nuevo Huertas en la pista y Arroyo volvió a sentirse como pez en el agua. El exjugador de la NBA siguió siendo el mejor de su equipo en el segundo cuarto con seis puntos hasta que se torció el tobillo a tres minutos del descanso. El mejor jugador del Galatasaray abandonaba la pista con ostensibles muestras de dolor y ya no volvería a jugar.

Ello coincidió con la entrada de Jacob Pullen, quien con su juego alegre cambió el ritmo monótono del Barcelona. En tan solo un minuto y 47 segundos el base estadounidense anotó dos triples y creó un ‘alley oop’ que aprovechó Dorsey.

El Barça mandaba en el marcador por primera vez en el partido (33-32). Su alegría, sin embargo, duraría poco. Elder, con un lejano triple, volvía a dar una ventaja de dos puntos con la que se llegó al descanso.

Con Marcelinho y Tomic frustrados en el banquillo, el batallón secundario formado por Dorsey y Pullen marcaron el ritmo ofensivo en el tercer cuarto. Después, el Barça dominó todas las facetas del juego hasta consumar el 88-61 final.