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Alejandro Lozano Burón ATLETA

«Bélgica tiene mucha cultura de atletismo»

«No quiero retirarme sin debutar con España a nivel internacional» apunta el vallista leonés. León, Madrid y ahora Bruselas. Ese trayecto es el que ha seguido Alejandro, uno de los mejores vallistas españoles que con 22 años puja por hacerse un hueco a nivel mundial. Lleva el atletismo en la sangre y ese es un aval más que consistente para conducirle al éxito.

Alejandro Lozano posa delante de uno de los edificios que aún conserva uno de los centros neurálgicos de Bruselas, la Grand Place.

León

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A caballo entre su pasión, el atletismo, y su preparación académica, la ingeniería técnica industrial, Alejandro Lozano decidía hace unos meses ampliar sus horizontes trasladándose a Bélgica donde sigue preparando con esmero su crecimiento deportivo y puliendo una calidad con la que espera llegar lejos en este deporte.

Con 22 años, Alejandro lleva 16 practicando un deporte al que se dedica en cuerpo y alma. «La culpa (risas) la tuvo mi madre que me apuntó en el Luis Vives a ello. Y gracias a ella he podido disfrutar de un deporte en el que creo que puedo hacer grandes cosas». Eso sí, al principio sus disciplinas preferidas eran la velocidad y el salto de longitud «lo que le gusta a cualquier niño pequeño. Y no era malo. De alevín incluso fui plata a nivel autonómico en los 60 lisos». El paso de los años también llevó a este leonés a cambiar a las vallas. «Me había quedado un poco estancado en los lisos y un entrenador me dijo que probase y en el primer año ya logré el título de Castilla y León en infantiles». Vallas largas y cortas fueron sus compañeras de viaje durante los siguientes años haciéndose un hueco entre la élite que le llevó a tocar podio en varios campeonatos de España e incluso lograr la mínima para el Europeo sub-23 de Tampere. «La conseguí pero al final por condicionantes económicos de la Federación no pude ir. Y eso me sirvió para replantearme un cambio de aires», precisa este leonés que antes de hacer las maletas con destino a Bruselas ya estaba considerado como uno de los talentos de las vallas. A las órdenes de Jorge Marín formaba parte de los atletas que entrenaban en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo del CSD en Madrid.

«Me surgió la oportunidad de optar a un Erasmus y no la desaproveché», remarca Alejandro para que el que «el atletismo es importante pero también la formación académica y en Bruselas he encontrado las dos cosas».

De su nueva experiencia tiene palabras agradables en cuanto al deporte, «aquí los grupos de entrenamiento tienen como positivo que suelen irse una o dos semanas a entrenar a otro país. Sólo preparación y nada más. Eso es algo que estaría muy bien que se trasladase a España», y también alguna mejorable en el apartado académico: «siempre he compaginado bien las dos facetas aunque el cambio de país ha sido un poco más de lío ya que la ULB, mi universidad de destino en Bélgica tienen una organización un poco pésima y hacen cambios de horario cada semana, que unido a tener las clases por la mañana y por la tarde no hacen que sea fácil entrenar. Este cuatrimestre me ha tocado hacerlo en horarios como las dos de la tarde. Pero no es nada que no se pueda superar porque son ya cinco años sacando la ingeniería a curso a curso».

De Bruselas considera que «la imagen que tenía antes de venir era bien distinta, moderna, como la zona donde trabajan los funcionarios de la Unión Europea. Pero al llegar he visto una ciudad descuidada, las basuras la dejan en bolsas en la calle y dos veces por semana la recogen los del servicio municipal. Los edificios son muy antiguos y las calles también. Además, eso de la puntualidad tampoco es cierto. La gente llega igual de tarde que en España (risas). Aunque es una experiencia positiva hecho de menos el ambiente de las calles que existe en España y en especial en mi ciudad León. Esa vida que hay en los bares y terrazas... y sobretodo el sol».

Su presente es más que notable y su futuro aún puede contar con mejores expectativas. Eso espera: «No me gustaría irme del atletismo sin haber sido internacional con España por muy complicado que sea cuando llegas a sénior».

Precisamente el Nacional absoluto está en su mente. «Este año estoy en dos clubes, el Marathon en España y el Royal Racing Club de Bruxelles en Bélgica, uno de los más antiguos de Europa. Los dos me están dando muchas facilidades para prepararme y a pesar de una lesión que ha trastocado mis planes espero hacerlo bien en el campeonato». En el verano regresará a España y a León, una provincia que para Alejandro «puede presumir de contar con grandes atletas en la actualidad como Roberto Aláiz y los pertenecientes al grupo de Villacorta. También otros como un gran futuro como Daniel Pardo y Francisco López Smith». Y junto a ellos el propio Alejandro Lozano.

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