FÚTBOL
La Cultural se asoma al precipicio
El club tiene hasta el 30 de junio para evitar un nuevo descenso administrativo que sólo esquivaría si es capaz de hacer frente al impago de cuatro mensualidades con una plantilla que ya ha denunciado
Felipe Llamazares y Adolfo López en el palco del Amilivia
La posibilidad de un nuevo descenso administrativo vuelve a caer como un jarro de agua fría entre la afición leonesa. La Cultural bajaría de nuevo, como ocurrió hace tres temporadas (campaña 2010/11), a Tercera División, como consecuencia del impago de las correspondientes nóminas a los componentes de la plantilla. En esta ocasión por no abonar las cuatro últimas mensualidades. El club tiene hasta el 30 de junio para evitar un nuevo descenso administrativo, que sólo eludiría si es capaz de hacer frente al impago de cuatro mensualidades con una plantilla que ya ha denunciado los atrasos ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
En esta ocasión, descender de Segunda B a Tercera supondría de nuevo, tras tres años de aparente tranquilidad, un riesgo de desaparición de un club que ya avanza hacia el siglo de vida.
La Cultural vuelve a tener la espada de Damocles sobre su cabeza. Desde el descenso administrativo de 2011, las limitaciones económicas regresan a un club que ya conoce lo que supone salvar la categoría en el campo y bajar a los infiernos en los despachos. Además, en la pasada campaña el club leonés a punto estuvo de seguir en Tercera División pese a subir a la categoría de bronce del fútbol español en el terreno de juego, tras una fase de ascenso espectacular.
De nuevo, son los impagos a los integrantes de la plantilla los que desembocan en las correspondientes denuncias ante la AFE, que hacen que la Cultural vuelva a verse obligada a encontrar recursos económicos para pagar las cuatro mensualidades adeudadas. Además, antes del 30 de junio, porque de lo contrario la Real Federación Española de Fútbol, de acuerdo con la AFE, se vería obligada a tocar el aval de 400.000 euros que el club tiene depositado. Dicha garantía permite que los jugadores cobren sus respectivos salarios, aunque la ejecución del aval supondría a continuación el descenso administrativo de la Cultural por impagos.
La junta gestora de la entidad deportiva busca los métodos que tiene a su alcance en estos momentos para atraer el capital necesario para ponerse al día en lo económico.
El tiempo es oro para la Cultural. Un mes de plazo para cumplir con la plantilla.