Diario de León

FUTBOL

Una final para ambos

Deportiva y Girona se juegan la campaña en el choque de mañana. La escuadra berciana cuenta con menos presión, pero el cuadro catalán tiene la soga al cuello

Alberto Aguilar cree que el equipo se quitó un peso de encima con el triunfo en Jaén

Alberto Aguilar cree que el equipo se quitó un peso de encima con el triunfo en Jaén

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F. ROBERTO OTERO | PONFERRADA
Ponferrada

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Alta tensión. Se acerca el partido de la penúltima jornada de Liga y se siente algo más que en un partido normal. Y es que el partido de mañana no es un partido más. Es el partido en el que la Deportiva se puede salvar, puede lograr su verdadero objetivo, el de la permanencia, y eso es un éxito para un conjunto como el blanquiazul. Quizá por eso, esta semana se podía escuchar una afirmación como ésta, aunque no haya un ascenso o un título por medio: «Si la Deportiva se mantiene, yo voy a bañarme a la fuente de la plaza de Lazúrtegui. La permanencia es un éxito, aunque muchos no le den importancia y casi lo consideren como lo normal».

Alberto Aguilar, que la semana pasada regresó al once inicial, hablaba ayer de la importancia del triunfo de Jaén y de la presión que se quitó de encima la Deportiva. Reconocía los malos momentos pasados y consideraba como una final para ambos el choque de mañana, aunque la Deportiva se puede salvar incluso con una derrota, mientras que el cuadro catalán puede bajar ya mañana si no vence: «Dimos un paso muy importante en Jaén. El objetivo era llegar a 51 puntos cuanto antes, pero nadie se puede confiar. Hace mes y medio estábamos en descenso y casi no se pensaba en llegar a 51. Este sábado tenemos que dar la puntilla ante nuestra gente. Cuando te metes abajo y más sin haber estado en descenso durante todo el año, te entra la intranquilidad. No ganas, los equipos van saliendo de ahí y tú te vas metiendo. Después del invierno duro que nos ha perjudicado, el equipo ha sabido responder en momentos decisivos cuando casi nadie daba un duro por nosotros. El equipo se ha unido en los momentos difíciles. Si el equipo va mal, los perjudicados somos todos. Un descenso no es bueno para un club, afición ni para la trayectoria de los jugadores. Con trabajo y sacrificio hemos podido salir adelante, aunque aún no hemos hecho todo. Nosotros nos vamos a tomar el partido como si fuera una final. No queremos tener que mirar a nadie. Sabemos lo que nos jugamos, porque al Girona FC es lo que le queda. Va a jugar el partido como una final».

El factor Saúl

El cordobés también habló de la fuerza que le ha dado al equipo la desgracia que ha sufrido Saúl: «Ha sido un aliciente para el vestuario. Ver a un compañero, buena persona y buen jugador pasar por lo que está pasando, te hace más sensible en el día a día. Siempre tiene una sonrisa».

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