«León es un territorio ideal para la Vuelta»

Arquitecto de una carrera con una personalidad propia, Javier Guillén ha llevado a la Vuelta a un estatus especial, capaz de hacerle sombra al ‘todopoderoso’ Tour en cuanto a dureza, espectacularidad y participación. Pero no se queda ahí. Su reto pasa porque la prueba siga creciendo. Y en ese camino la provincia de León en pasado, presente y futuro, cuenta con un papel de protagonista.

—¿Cómo calificaría la Vuelta a España 2014?

—Como una edición explosiva, para escaladores. La montaña va a tener un papel especial, sin duda como una de nuestras señas de identidad con la que queremos que la Vuelta adquiera una personalidad propia. También como una edición en la que la innovación y la tradición se dan la mano.

—Y ahí León tendrá un papel destacado, el de una provincia con mucha presencia en la historia de la ronda ciclista española.

—León es un territorio ideal para la Vuelta a España. Lo ha sido, lo es y lo será. Pero no sólo por cotas como los Ancares y La Camperona si nos remitimos a los últimos años. También por sus paisajes espectaculares. Un ejemplo va a ser este año la etapa de La Camperona en Sotillos de Sabero con un trayecto espectacular y preciso en el que queda reflejada la belleza de esta tierra. León es para nosotros un escenario habitual siempre que la Vuelta a España llega al norte. Además, siempre que diseñamos una etapa por suelo leonés el éxito está asegurado.

—Ancares y La Camperona, dos etapas leonesas que aparecen subrayadas como de las más decisivas. ¿Qué espera de ellas?

—Una intensidad deportiva, espectáculo y la presencia de público. Hace unos años cuando Ancares se estrenaba en la Vuelta y a pesar de las dificultades para acceder a su cima, la carretera estuvo poblada de aficionados. Y ese es un aval importante al que se añaden otros como la espectacularidad y dureza de su ascensión sin olvidarnos que será la última etapa de montaña en la que los gallos deben definir sus fuerzas y los escaladores tomar el mando para quemar todas sus naves. En cuanto a La Camperona también espero una fiesta del ciclismo. Además, se disputa en un sábado con lo que la opción para que los aficionados se puedan acercar a presenciar la prueba es elevada. Ya en el apartado deportivo, el espectáculo está garantizado con un final explosivo en el que los últimos tres kilómetros de ascensión van a ser infernales.

—¿Como surgió la idea de una etapa con final en La Camperona?

—La idea surgió de Francisco, alcalde de Sabero. Hace dos años se puso en contacto con nosotros para presentarnos esa posibilidad. Parecía difícil pero viéndolo sobre el terreno nos pareció viable y además del estilo de lo que queremos en la Vuelta. Faltaba tener la oportunidad de que la carrera pasara por el norte y este año así ha sido. Y ni lo dudamos. También ha sido decisivo el apoyo de la Diputación a la cual se debe en parte que la Vuelta llegue a Ancares y La Camperona y en gran medida a su presidenta Isabel Carrasco a la que desgraciadamente ya no tenemos entre nosotros.

—Al principio el traslado de la Vuelta al mes de septiembre tuvo alguna que otra contestación pero con el paso de los años se ha tornado en un acierto.

—Sin duda el tiempo dá o quita razones y a nosotros nos las ha dado. Y por tres argumentos: el primero porque se disputa en un periodo vacacional y no académico, el segundo por la climatología más benévola y tercero por la participación de ciclistas. En este tercer apartado este 2014 va a ser especial. Sin duda va a ser el mejor año con una nómina de inscritos en la que están, entre otros, Contador, Valverde, Purito Rodríguez, Wiggins, Nairo Quintana, Samuel Sánchez...

—¿Ve a alguno por encima del resto para subir a lo más alto del podio?

—Todos tienen opciones. Y eso es bueno porque la lucha va a ser intensa y eso convierte a la carrera en emocionante.

—Además este año se celebra apenas una semana después el Mundial de Ponferrada, supongo que un atractivo más para conformar una nómina de campeones en la línea de salida.

—León va a ser protagonista a nivel mundial, tanto con la Vuelta con dos superetapas como con el Campeonato del Mundo. Y eso es bueno para todos. Además, el hecho de que acabe en Santiago de Compostela y la cercanía de Ponferrada favorece a los equipos que participan en la Vuelta a nivel logístico.

—Finales inéditos, participación de lujo, emoción... ¿Le falta algo a la Vuelta?

—Seguir creciendo. Se ha conseguido mucho pero aún queda trabajo por hacer. El modelo de montaña es nuestra seña de identidad. Y también seguir profundizando en que la Vuelta sea de todos los españoles.