BALONMANO. liga asobal
«Sólo decidirá lo deportivo»
El asturiano no desvela su futuro, pero asegura que el dinero no determinará su fichaje por Ademar o Anaitasuna.
Alejandro Costoya.
Álex Costoya aún no tiene claro dónde jugará la próxima temporada. Decidirá entre el Ademar y el Anaitasuna, eso es seguro, pero su respuesta no la dará a la ligera. Dependerá, sobre todo, del proyecto deportivo que armen ambos clubes, pero también de la estabilidad que puedan asegurarle las dos entidades, que han pujado por el lateral izquierdo que hasta esta temporada ha militado en el Juanfersa Gijón, convirtiéndose en uno de los máximos artilleros de la Liga.
«De momento no lo tengo claro. Me da un poco de rabia porque tanto Ademar como Anaitasuna están esperando, pero debo valorar muchas cosas», explicó ayer el jugador avilesino, quien quiso subrayar que, en ningún caso, la oferta económica será determinante. «Se ha dicho que me iba de Gijón por dinero pero si fuera así saldría fuera de España, que también tenía ofertas del extranjero», aclara Costoya que, con tan sólo 21 años, prioriza su crecimiento como jugador antes que decantarse por la oferta más jugosa. «Soy muy joven y ahora no me interesa ganar dinero, quiero seguir creciendo», apuntó el lateral asturiano, que esperará a ver «cómo se desarrollan los próximos días para resolver su futuro». De consumarse este fichaje, el conjunto entrenado por Dani Gordo sumaría a sus filas a uno de los goleadores de la Asobal, fijo en las categorías inferiores de la selección española, y una de las promesas del balonmano nacional, llamado a formar parte de la absoluta a medio plazo.
Además, mitigaría la salida de Alex Tatarintsev y dotaría a la primera línea del equipo leonés de un jugador con experiencia en la Asobal. También está pendiente la renovación de Pedrag Dacevic, al que se le mejoró la oferta. El serbio, que cuenta con el apoyo del técnico, podría convertirse en uno de los baluartes del Ademar la próxima temporada, junto a Costoya. Habrá que ver si José Mario Carrillo o Juan Castro aceptan la oferta de renovación que, como en la mayoría de los casos, implica una rebaja de los salarios para equilibrar el presupuesto tras la salida de Reale como principal patrocinador.