balonmano. partido de las estrellas
Estilo leonés ante la Roja
Juan Castro y José Mario Carrillo, premio al mejor jugador y al máximo goleador en el Partido de las Estrellas.
La selección española de balonmano se limitó a cumplir con el guión contra el combinado de la Asociación de Jugadores de Balonmano, en el partido que sirvió para despedir de la selección a dos ilustres como Alberto Entrerríos y Demetrio Lozano.
Al margen de las despedidas la gala tuvo un neto color ademarista. El ex meta marista, Jorge Martínez, recibió el trofeo al mejor portero, el extremo leonés José Mario Carrillo, al de máximo goleador del choque y el central Juan Castro, al de mejor jugador.
Poca historia tuvo un encuentro que sirve para despedir la temporada y homenajear a quienes, según criterio de los aficionados, han sido los mejores, según la votación popular.
España mucho más ensamblada venció a un combinado de la AJBM, en un encuentro en el que sin ataduras tácticas, ni excesiva intensidad en defensa, ambos conjuntos se dedicaron a jugar y pasarlo bien sobre la pista.
Jorge Martínez, elegido mejor portero del partido, puso freno a las acometidas de los de Manolo Cadenas, que con Julen Aginagalde en el pivote y Valero Rivera en el extremo, establecieron las primeras distancias en el electrónico.
En el combinado además del portero, Carrillo puso los goles y Juan Castro el juego. En un encuentro sin guión, festivo, en ciertos momentos se dejaba a un lado la táctica para divertir a la grada, con lo que el avance del reloj, dejaba mínimas diferencias para la selección, que se ampliaron a tres al final de la primera parte. Antes del concluir este periodo, se rindió homenaje a Demetrio Lozano, otro de los grandes nombres propios del balonmano español, con una dilatada y espectacular trayectoria en todas las facetas, sobre todo por el hecho de que es el único jugador que ha conquistado las tres medallas olímpicas del balonmano español: Atlanta 1996, Sydney 2000 y Pekín 2008.
Lozano saltó a la pista del Quijote Arena en el minuto 23 de partido y a falta de un minuto y medio, tras anotar un gol, se despidió de la selección y de jugador, ya que abandona la práctica del balonmano.
La reanudación, siguió con el mismo ambiente festivo con minutos para todos, dejándose a un lado las tácticas e imponiéndose lo menos ortodoxo, lo que vino bien para el espectáculo, saliendo beneficiados los aficionados que acudieron al Quijote Arena.