Su padre, Miguel, un acompañante de lujo

Los esfuerzos que realiza el técnico burgalés del equipo astorgano tienen también un nombre propio, clave y decisivo para que éste pueda llevar a buen puerto su misión en la carretera: Miguel Tornadijo. Su padre, que suele llevar el volante en la ruta Burgos-Astorga, para que el entrenador descanse después de realizar su trabajo por la mañana y su posterior comida, ante el riesgo que podría acarrear que se quedara dormido al volante, para en el trayecto de vuelta ser el propio Carlos Tornadijo el que tome las riendas del coche.

El máximo responsable técnico del Astorga siempre ha tenido presente a su padre a la hora de los reconocimientos, declarando que su trayectoria y labor profesional no hubiera sido posible sin la tarea silenciosa y para casi todos desconocida de su padre. «Mi padre siempre ha sido un gran apoyo y todo lo que soy y he podido conseguir en el campo de entrenador no hubiera sido posible sin él. Sólo puedo tener palabras de gratitud y agradecimiento hacia él».