MUNDIAl DE BRASIL
Klose es otro ‘Fenómeno’
Extraordinario partido entre Alemania y Ghana y decimoquinto gol en los Mundiales del delantero de origen polaco, que iguala el récord de Ronaldo.
Inmenso duelo de estilos y de contrastes entre la poderosa maquinaria alemana, en Fortaleza menos compacta y fiable, y la alegre, desenfadada y valiente Ghana, que rozó el triunfo tras una remontada extraordinaria hasta que saltó Klose al campo, cazó un balón suelto en el área, marcó nada menos que su decimoquinto gol en los Mundiales e igualó el récord del ‘Fenómeno’ Ronaldo. Historia viva del ariete de origen polaco, ya con 36 años pero de buen rendimiento aún en el Lazio y un recurso excelente para Joachim Löw. Mantiene el olfato pero le falla el salto mortal en la celebración, ya que no dio bien la vuelta y se pudo lastimar los tobillos al caer.
El esperado duelo entre los hermanos Boateng estuvo muy por debajo del partido. Apenas dejó detalles reseñables porque ninguno estuvo participativo y ambos fueron sustituidos pronto, como si los dos seleccionadores se hubieran puesto de acuerdo. Pudieron coincidir en la misma zona del campo, ya que Jérome jugó de lateral derecho y Kevin-Prince se movió con libertad entre líneas, pero no chocaron nunca. Se trataron con aparente normalidad. Fríos y distantes pero sin dar que hablar. Löw buscó más mordiente en el descanso al quitar al defensa del Bayern y dar rienda suelta a Mustafi, lateral de la Sampdoria con más proyección ofensiva. Y enseguida, tras adelantar Götze a la ‘Mannschaft’ en un churro de remate, ya que golpeó primero el balón con la cabeza y luego con la rodilla, el técnico africano retiró al díscolo K-P y quiso más llegada con Jordan Ayew, delantero del Sochaux francés.
Cauteloso, ya avisó Löw en la víspera de que tenían trampa los ghaneses, cuartofinalistas en Sudáfrica, donde cayeron por penaltis ante Uruguay en el Soccer City. Exigió a sus pupilos máxima atención y predicó con el ejemplo, ya que alineó de inicio a Hummels pese a que el central del Dortmund sufría una molestia muscular. Hasta que se vio desesperado, insistió el técnico teutón en esa doble apuesta que le dio interesantes réditos frente a los portugueses, con Lahm en el eje del centro del campo y Müller de falso ariete, igual que jugó España en sus mejores tiempos, no precisamente en este Mundial en el que Diego Costa ha fracasado con el mismo estrépito que sus compañeros.