MUNDIAl DE BRASIL
Alemania aplaca a la fiera
Schürrle y Özil resolvieron en la prórroga pero Neuer fue el mejor de la ‘Mannschaft’ al ejercer casi de líbero. Lección magistral de valentía y arrojo de Argelia.
Venció Alemania en la prórroga (2-1) y no cabe hablar de injusticia, pero fue una lección magistral de osadía, desparpajo, pasión, lucha y rapidez de los magrebíes. Mientras les aguantó el físico, los verdes pusieron contra las cuerdas a una Alemania tan floja atrás que tuvo a Neuer como mejor y más expeditivo central. Si no es por la atención, decisión y acierto en las salidas del portero del Bayern de Múnich, club que aportó siete jugadores al equipo titular de la ‘Mannschaft’, el duelo se pudo desnivelar hacia el lado africano, sobre todo en un período inicial en el que la posesión fue teutona pero la sensación de peligro argelina.
El llamado ‘equipo bis’ de Francia, ya que buena parte de sus jugadores más talentosos se han formado fuera y no saben ni cómo funciona la débil liga y los modestos clubes profesionales argelinos, superó con creces en el primer acto a uno de los firmes candidatos al título. Se comportaron los norteafricanos con grandeza. Bien replegados atrás, en cuanto robaron salieron con inusitada velocidad, buen toque y bastantes jugadores.
Slimani, el héroe con ese gol que al final arruinó las esperanzas rusas y desbordó el júbilo en toda Argelia, trajo en jaque a toda Alemania, que se dice pronto. Seguro que hasta a la canciller, Angela Merkel, le entraron temblores y sudores fríos. Al delantero del Sporting de Portugal le anularon bien por fuera de juego lo que hubiera sido un golazo, ya que su cabezazo en plancha fue magnífico, pero estuvo en todas las jugadas de ataque. También el valencianista Feghouli, con ese aparatoso apósito para tapar su brecha en la cabeza rapada, fue una amenaza por su velocidad y desborde.
Argelia tuvo que remontar ante Burkina Faso para acceder al Mundial, pero es una selección que no se arruga. Enorme mérito del técnico bosnio Vahid Halilhodzic, que ya clasificó a Costa de Marfil para el Mundial de Sudáfrica. Ha dotado de orden y equilibrio a este equipo y supo arengar a sus jugadores explicándoles el deseo de venganza que existe en Argelia por esa afrenta de hace 32 años que sus ciudadanos tienen grabada a hierro y fuego.
Los soldados magrebíes se dejaron la vida en cada jugada porque se encontraban ante la oportunidad de sus vidas, con todo el mundo pendiente de ellos y de una proeza histórica. Defensa fuerte y ataque veloz. Esas eran sus principales armas para la batalla.
Müller, Kroos y Lahm, cuyo tiro lejano lo desvió el guardameta del CSKA de Sofía en una de las paradas del Mundial, avisaron. Sucesión de saques de esquina y algún claro penalti no señalado por el árbitro brasileño por agarrón continuado al rematador alemán. La lesión de Mustafi le vino bien a Alemania. Lahm pasó al lateral, donde siempre formó parte de las selecciones mundiales y no como centrocampista, y Khedira reforzó el centro del campo. Argelia apenas combinaba.
No se entendió muy bien que se llegase a la prórroga y el técnico bosnio sólo hubiera efectuado un cambio. Lanzó un órdago y lo perdió. Cuando Müller se internó y Schürrle remató de forma extraña, se entendió por qué el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre, o casi, gana Alemania. Se jugará los cuartos contra Francia en Maracaná. El gol de Özil restó dramatismo al final, aunque Djabou maquilló la derrota a continuación.