Aláiz vuela hacia el Europeo

Roberto Aláiz firmó otra obra maestra sobre la pista. A poco más de un mes para el Europeo de Zúrich el pupilo de José Enrique Villacorta demostró en la Reunión Atlética de Pádova que está preparado para brillar en la cita continental, en este caso en su prueba fetiche, los 3.000 metros obstáculos.

Aláiz lo tenía claro. En Italia tenía que ganarse medio billete para el Europeo con la marca mínima (el otro medio lo debe conseguir en el Nacional). Y desde el principio de la carrera se aplicó a esa misión. A pesar de contar con rivales de excelente nivel como los kenianos Kemboi y Kimutai, el leonés no se olvidó de aplicar sobre la pista su táctica. Tenía que estar siempre en los puestos delanteros e intentar aprovechar su punta de velocidad al final para optar al triunfo. Eso sí, la prioridad era lograr una marca que le otorgarse el salvoconducto al Campeonato de Europa.

Los primeros 400 metros tuvieron como protagonistas al etíope Nurgi y al argelino Zerrifi. Fueron ellos los encargados incluso hasta el paso por el mil de marcar un ritmo que en el primer tercio de la prueba paraba el crono en 2:47:06. Eso sí, el leonés buscaba una prueba más rápida pero no encontró la colaboración necesaria ya que los atletas africanos buscaban ante todo un lugar en el podio. Esa circunstancia no evitó que el grupo cabecero quedara reducido antes del 1.500 a cinco integrantes. Junto a Rober y su compañero de entrenamientos en León, el jienense Sebas Martos, los etíopes Kimutai y Bemboi y el marroquí Taleb lograban algo más de 50 metros de rédito que les convertían en los únicos candidatos al triunfo.

Al paso por el 2.000 el quinteto firmaba un tiempo de 5:33:08, suficiente para pujar por la mínima para el Europeo aunque para Aláiz algo más lenta de lo previsto. Por piernas y estado de forma Rober aspiraba a más aunque no quería echar por tierra todo el trabajo hecho hasta ese momento en la carrera con un ataque que posiblemente no le fuera a valer para mucho más. A una vuelta para acabar el quinteto, compacto y vigilante, tenía casi tres segundos de margen lo que llevó a este giro a los atletas a vigilarse. Aláiz, sabedor de que lo prioritario era la mínima, se dejó ir un poco aunque su calidad le permitió luchar hasta el final por la victoria que se le quedaba a apenas 27 centésimas. El pupilo de Villacorta finalizaba tercero con un registro de 8:27.00 por los 8:26.73 del keniano Kimutai y los 8:26.92 del también africano Kemboi mientras que Sebas Martos se hacía con la cuarta posición y el marroquí Taleb con la quinta. Además Aláiz se convertía en el mejor atleta no africano en una carrera en la que sellaba la mínima para Zúrich y además con unas sensaciones bastante positivas.