LUCHA LEONESA
En pesados se aguó la fiesta
El corro de Villaquilambre permitió disfrutar de casi todo lo mejor en su prólogo y desarrollo, hasta que en la categoría del peso superior se dejaba un mal sabor de postre .
No falla Víctor Llamazares en ligeros, donde se cuenta con rivalidad del mayor atractivo, como la mostrada por Samuel Sánchez.
El Campo de El Ejido, a pie de la vía y frente a la ermita de La Magdalena, tenía ambiente de fiesta y el corro de lucha era su plato principal; como «entrante» del mejor sabor, una exhibición de la lucha bretona, el «Gouren», ofrecida por el grupo de jóvenes que en la jornada previa compartía cintos en Riaño. Uno de ellos lo tomaría en esta tarde para competir con los de la Regularidad en Lucha leonesa (detalle: a la hora de inscribirse preguntaba si había de pagar algo y se sorprendía de que, no solo no fuera así, sino que tuviera dieta por luchar).
«Tercer» corro de Liga (tras el aplazamiento del de Villafañe, que ha pasado al próximo sábado), en Villaquilambre, buena tarde, con nubes que, más que amenazar, la hacían más suave, cuidado el terreno y aceptable la presencia de espectadores (más de seiscientos); arbitrajes de Avelino García y Roberto Andrés Moro, con cincuenta y cuatro inscritos, luche desde las seis de la tarde hasta las nueve, con algún corte de luz.
El primer corte de lucha no lo superaba el bretón, Kevin Le Martelot (en categoría de ligeros), ante las dos enteras de Víctor Presa. Sí pasaban esa fase, junto al de Castrillo de La Ribera, el líder Víctor Llamazares, Jesús Martínez (el de La Braña), Albertín Fernández (de Lillo), Diego Vega «Teje», Daniel Pinto (el de Villaverde de la Chiquita), Samuel Sánchez (de Cistierna) y Javier Oblanca.
Resolutivo estuvo el de Valderrueda, que no bajó del 2-0 en toda la tarde; añadiría media caída más en la final, ante Samuel Sánchez, aunque ese resultado no hace justicia a la gran jornada del de Cistierna (la media en cuestión iba camino de ser anotada por el de san Guillermo, pero se impuso por fuerza el del Prioro-Valdeón). Samuel había pasado semifinal con un excelente combate limpio ante «Teje» y, previamente se imponía a Javier Oblanca, gracias a ventaja de media y entera que no pudo deshacer el de Villabalter, a pesar de su cadrilada a tres segundos de concluir el tiempo.
A límite de peso llegaba el líder de medios, Moisés Vega, de nuevo en marcha firme hacia los combates decisivos, de nuevo acompañado por dos rivales de la misma villa de Peñacorada y uno más de otra peña, que se gana cada tarde toda la valía de su lucha, algo más. Los tres en cuestión, junto a Moisés, Alberto Novoa, Sergio González y Rubén Fierro, el de Valdorria. Juventud, calidad y nobleza. Buena labor de buen maestro sobre el mejor material base. «Rubo» tenía que anotar media a media sus ventajas que en más de una ocasión se apreciaban merecedoras de entera. No pudo anotar en semifinal ante Moisés, pero la grada le aplaudió con justicia. Luego le ganaría la tercera plaza a Alberto Novoa, con dos medias (de esas las de que valían más) y entera.
La final, entre Moisés y Sergio González, quien le ganara antes el puesto a Novoa en duro combate y le plantara aquí la mejor oposición al líder.
Moisés ganaba (dos medias y entera por media), pero Sergio sigue mostrando las máximas aspiraciones, bien fundadas y trabajadas. Y al lado de todos estos excelentes protagonistas, de todo lo bueno apreciado, sigue siendo ésta la categoría con las más notables ausencias.
