Carlos Alonso pega fuerte

Comenzó en el boxeo un poco por casualidad. Realmente fue una lesión que sufrió cuando practicaba kick boxing lo que le llevó al deporte de las 16 cuerdas. Primero probó un poco por curiosidad pero el gusanillo le enganchó ya para siempre. «Sufrí una contractura en una pierna y como no podía hacer kick boxing, mi entrenador Alfredo Arrojo, me comentó que hiciese boxeo para no perder la forma y la verdad es que me gustó mucho más», explica Carlos Alonso, joven púgil leonés que a pesar de que sólo lleva cinco años calzándose los guantes ha sido capaz de plantarle cara recientemente en una velada en Asturias a todo un campeón de la categoría de superligeros como Jonathan Alonso; octavo del mundo y miembro del equipo olímpico español.

Realmente su respuesta en esa pelea fue sorprendente para todos. Y no es para menos. El leonés sólo tenía entonces siete combates mientras que el asturiano sumaba 107. Los números cantan y ese nivel de experiencia en boxeo es enorme.

Pero a pesar de ese desequilibrio planteó una pelea muy estratégica aleccionado por su preparador Alfredo Arrojo y llegó incluso a poner en dificultades a Jonathan Alonso con varias manos que impactaron claramente en su rival. Contrariamente a lo que se preveía, la pelea llegó al final y aunque los jueces dieron ganador al asturiano a los puntos a Carlos Alonso ese combate le supo a victoria y le indicó que estaba en el buen camino. «La verdad es que entreno mucho», afirma este joven boxeador que también tiene que preocuparse de buscarse el sustento. «Estoy en paro y trabajo en lo que sale», asegura.

Pero su cabeza bien amueblada tiene claro una cosa: no va a escatimar esfuerzos para incluir su nombre en el libro de los púgiles leoneses más representativos. «En mis planes a corto o medio plazo tengo como objetivo alzarme con el campeonato de Castilla y León primero y luego intentar ser campeón de España». Su trabajo y su preparación ya tiene la miras puestas en la clasificación para el nacional que se disputará el año que viene. «Espero que los patrocinadores que nos apoyan sigan haciéndolo», manifestó.

Se define como un boxeador fuerte pero también muy frío a la hora de pelear sobre un ring. Es superligero (64 kilos) pero su físico le permite golpear con la potencia de un peso superior. Asegura que siente «pasión por el boxeo» y que quiere hacer cosas grandes en este deporte.