Diario de León

Adiós a una temporada irregular

La campaña de pesca con muerte baja el telón con una reducción en el número de pescadores. En la pesca sin muerte la fecha tope se extiende hasta el 15 de octubre.

La temporada truchera ha deparado resultados irregulares.

La temporada truchera ha deparado resultados irregulares.

Publicado por
PEDRO VIZCAY | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

En:

Desde la aprobación de la nueva Ley de Pesca y de la Orden que regula la temporada, la mayoría de los tramos fluviales tan solo se pueden pescar en la modalidad de pesca sin muerte. Quedaban, sin embargo, habilitados para la pesca con muerte algunos acotados en determinados días y los ARECS ubicados en ríos regulados donde se podían capturar cuatro y dos truchas respectivamente. El pasado domingo, 31 de agosto, concluyó la temporada de pesca con muerte también en estos tramos de los ríos regulados, ya que en los ríos de montaña el cierre se había producido a finales de julio. La temporada truchera prosigue todavía en su modalidad de pesca sin muerte que se podrá practicar en los mismos ríos regulados hasta el 15 de octubre. Algunos aficionados aprovechan estas fechas para seguir pescando, máxime si se considera que los caudales son mas adecuados para la pesca con mosca y la actividad de la trucha es creciente a medida que se acerca la época de freza. En las aguas no trucheras la pesca puede realizarse durante todo el año, si bien existe la obligación de soltar las truchas que, ocasionalmente, pudiesen capturarse. En estas zonas suelen pescarse cipríndos (barbos, carpas, bogas ...) y especialmente lucios.

Nunca es fácil efectuar un balance de la temporada pues las opiniones, como siempre, son dispares, pero hay una cosa cierta: la afluencia de pescadores se ha reducido en porcentajes que pudieran rondar el 80 % como consecuencia de la aplicación de las nuevas normas. El comienzo de campaña se vio envuelto además en una notable confusión provocada por el cambio de última hora en la normativa, que cogió desprevenidos a muchos pescadores que habían planificado su temporada con arreglo a la Orden de finales de noviembre. Si tomamos en consideración la opinión de los aficionados que pescan sin muerte, una minoría aunque cada vez mas numerosa, la Ley de pesca ha sido una bendición, pues les ha permitido disfrutar a sus anchas de los mejores tramos, ya que los ARECS, salvo alguna excepción, se han ubicado en zonas embalsadas o sencillamente impescables. Por el contrario los pescadores tradicionales se han borrado materialmente del río, pues conseguir un AREC es casi un milagro y los cotos con muerte resultan muy caros para pescar con frecuencia. Si consideramos el objetivo económico de la Ley que era dinamizar las áreas rurales por donde discurren los ríos, podemos afirmar, con absoluta rotundidad, que ha fracasado, pues ni los alojamientos, ni los restaurantes, ni las tiendas de pesca han tenido, ni de lejos, la afluencia de temporadas anteriores. Sobre el objetivo de preservar las poblaciones trucheras resulta prematuro hacer afirmaciones. Es cierto que las truchas que no se han sacado del río deberían estar ahí el próximo año, pero no lo es menos que la pesca sin muerte deja importantes secuelas en las capturas, y que no es lo mismo clavar cuatro truchas que cuarenta en una jornada de pesca.

En lo que todos coinciden sin excepción es en la escasa presencia de vigilancia en el río, tanto en los cotos como en los tramos libres y los ARECS. Truchas visibles, falta de vigilancia y ribereños cabreados forman una bomba de relojería que ya está explotando en los ríos de montaña. Si a esto unimos que los aficionados contrariados por la Ley las pocas veces que salen a pescar tratan las truchas antes de soltarlas, grandes y pequeñas, sin el menor miramiento, no es nada extraño que se vea tanta mortandad a lo largo de los cauces fluviales. La pesca sin muerte que debería ser una opción, se ha convertido en una imposición y ya se sabe que a nadie le gustan las imposiciones que vienen a cambiar, de un plumazo, una tradición de siglos. Cuando finalice la temporada el 15 de octubre tiempo habrá para reflexionar sobre lo positivo y lo negativo de las nuevas normas y, en todo caso, aplicar reformas de consenso, sensatas y necesarias, si es que de verdad se quiere preservar la pesca como actividad social y no solo económica dirigida a una privatización que se ve llegar a poco que se analice el panorama.

tracking