La Camperona, algo más que un coloso

La ‘batalla’ entre los gallos para apuntalar sus opciones en la general y la de los segundos espadas para intentar hacerse con un botín de ‘relumbrón’ como la victoria de etapa estaban aseguradas. Pero la etapa de La Camperona, el coloso leonés que debutaba en la Vuelta, deparó mucho más: espectáculo del bueno, ataques a la antigua usanza, vigilancia extrema y mucha dureza, la que marcaba una ascensión desde Sabero de algo más de ocho kilómetros, los tres últimos un auténtico muro con rampas que llegaron al 28% para una media en esa carretera que parecía no dar descanso del 10%, el 20 en la zona definitiva.

Y en todo ese escenario miles de aficionados que arroparon a los protagonistas y que demostraron que las etapas de montaña son la auténtica salsa de la ronda ciclista. La Camperona se estrenó a lo grande y apunta a nuevas presencias. El sábado toca el Morredero. Dos puertos que refrendan la trascendencia de la provincia leonesa en una carrera que apunta a nueva presencia para 2015.