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GIMNASIA RÍTMICA

A ‘Ritmo’ de campeonas

Más de 150 niñas se forman en el campus leonés que con 28 años de historia ha ‘fabricado’ a gimnastas con vitola de internacionales. Hab lar de gimnasia rítmica y de un club es hacerlo del Ritmo. De la mano de Ruth Fernández y con destacadas representantes como Carolina, Andrea y Sara, el club leonés ha creado una escuela propia jalonada con innumerables éxitos. Enseñar a amar este deporte y formar a campeonas aparecen en su libro de ruta

Desde clases de gimnasia con sus recpectivos aparatos a otras de baile conforman el programa del campus del Club Ritmo que este 2014 ha reunido a 150 alumnas en León

León

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Un club campeón para las futuras estrellas de la gimnasia rítmica. Con ese argumento el Ritmo ha ido labrando un trayecto de éxito, un nombre que lo ha convertido en referencia nacional e internacional. Campeonas como Carolina Rodríguez, Sara Llana y Andrea Pozo forman parte de esa ‘factoría’ que desde hace casi tres décadas también abre sus puertas a gimnastas, campeonas en ciernes, de otras provincias. La gimnasia rítmica no sabe de fronteras y menos de esquivar una escuela que de la mano de Ruth Fernández ha logrado modernizar un deporte que habla leonés.

Esa dinámica en la que la formación y la diversión entrelazan sus caminos para hacer de la gimnasia una forma de expresión y no una rutina tiene no sólo en el día a día del club su expresión más nítida, también en una de las iniciativas que desde hace 28 años convierten a León en la capital española de la rítmica a finales del verano, el campus del Ritmo. Este año nada menos que 150 niñas, muchas de ellas campeonas en ciernes, han sido las protagonistas de una actividad dirigida no sólo a pulir la calidad de las niñas, también a hacerlas disfrutar de un deporte en el que la plasticidad, las emociones y también el trabajo ocupan un papel destacado.

Desde las más pequeñas de ocho años hasta los 18, las alumnas de este campus disfrutan no sólo de clases prácticas, también de momentos de ocio y competiciones en las que plasmar sus progresos, de poner en práctica unos conocimientos que en algunos casos les llevarán a la élite, la misma en la que viaja desde hace años el Ritmo.

Este año han sido 150 las alumnas, pero incluso la demanda fue mayor. Hasta 70 se han tenido que quedar en lista de espera. Para Ruth Fernández, que hace 28 años fue la gestora de esta iniciativa que con el paso de los años ha ganado en calidad y prestigio y que sigue dirigiendo, «nuestra idea es ofrecer un campus de un alto nivel deportivo. Nos hubiera gustado que esas 70 niñas también formaran parte de nuestra familia aunque por motivos de logística y porque queremos ofrecer una formación completa se han quedado fuera. Eso sí, sólo temporalmente ya que nunca se cierra las puertas a una niña que quiere abrazar esta disciplina deportiva».

Hasta hace unos años incluso entre las integrantes del campus se encontraban gimnastas de Francia, Portugal, Grecia o Italia, «pero ahora nos hemos centrado más en las españolas dado que el número de niñas que quieren mejorar sus conocimientos aunque sea durante un par de semanas es cada vez más amplio», remarca Ruth.

Precisamente entre las integrantes del campus figuran dos de las gimnastas que ya han representado a España a nivel internacional, incluso en la máxima categoría, Sara Llana y Andrea Pozo. También una Carolina que además de alumna también ejerce como profesora. «Las niñas admiran a Carolina y ella corresponde convirtiéndose en una más que a lo largo de estos días comparte con ellas experiencias».

Como en años anteriores La Vecilla y en concreto La Granja de Santa Catalina se convierten en los escenarios donde la ilusión ocupa un lugar destacado. «Son el presente y el futuro de este deporte y tienen que disfrutar de él, no verlo como un trabajo que causa estrés», remarca Ruth para la que este campus se ha convertido también en una de las ‘joyas de la corona’ del club. «Hay que tener en cuenta que muchas de las alumnas no pueden estar con nosotros durante el curso escolar porque viven a cientos de kilómetros. Por eso hemos puesto en marcha este campus que primero nació como un escenario para que durante el verano las gimnastas del Ritmo mejoraran su aprendizaje y ahora su funcionamiento se abre a cualquier niña que quiera practicar y admirar esta disciplina, y en especial para que la que busque crecer en ella y, porqué no, convertirse en una gimnasta de élite».

En este campus 2014 esas cualidades de ‘escuela de verano’ han llevado a que entre su alumnado se encuentren más de 50 gimnastas de Madrid, y más de una veintena de andaluzas y catalanas, con representación también de baleares, gallegas, asturianas....

Y para que todo tenga su óptima calidad el profesorado también debe ser de primer nivel. Junto a Ruth en el organigrama del campus aparecen Beatriz Brito (profesora de ballet), Mar Espiniella (entrenadora nacional, profesora de contemporáneo y expresión corporal), Verónica Sancho, Teresa Miñambres y Gemma García (entrenadoras) y Carmen Cuenca, Mariola Pereletegui, Aiala Ortiz, Lorena Fernández y Carolina Rodríguez (entrenadoras nacionales), Pablo Iglesias (monitor de tiempo libre), Nuria Castaño (coordinadora, juez internacional y entrenadora) y Alberto Mediavilla (preparador físico). Y todo en un club que en unos días iniciará su curso escolar para el que ya ha abierto el plazo de matriculación en la calle San Agustín 11.

Mónica Alonso, en León

La relevancia y prestigio que ha adquirido a lo largo de los años el Ritmo, refrendada con sus numerosos títulos, se ha convertido en un atractivo para gimnastas de otras provincias que en algunos casos anhelan pertenecer a la ‘escuela leonesa.

La última ha sido la internacional madrileña Mónica Alonso que, becada por la Federación, ha elegido el Ritmo y el Ceard como el lugar donde seguir creciendo a nivel deportivo y competitivo.

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